Bienvenidos a Montpellier, una cautivadora ciudad del sur de Francia que combina historia, arte y un estilo de vida animado. Con su arquitectura medieval y su espíritu contemporáneo, Montpellier es una joya cultural que te invita a explorar todos sus rincones, como el casco antiguo de Montpellier, donde encontrarás la Plaza de la Comedia rodeada de hermosos edificios históricos. También puedes visitar la Catedral de San Pedro, la iglesia más grande la región y una imponente obra maestra gótica que te dejará sin aliento, en la que podrás disfrutar de un tranquilo recorrido entre sus grandes ventanales artísticos.

Montpellier es conocida por su vibrante vida estudiantil y su animada escena gastronómica, por lo que tendrás la oportunidad de degustar deliciosa cocina local en los restaurantes y bistrós de la ciudad. Prueba el tradicional “cassoulet”, un guiso de carne y legumbres, o disfruta de una selección de quesos franceses en una fromagerie local. Además, la ciudad de Montpellier surge como un punto de partida ideal para explorar la región circundante, que incluye hermosas playas y encantadores pueblos medievales. A continuación, en este artículo descubrirás a detalle lo que hay que ver, que hacer y comer en Montpellier.

Museo Fabre

Sumérgete en el mundo del arte en el Museo Fabre de Montpellier, un tesoro cultural que no te puedes perder durante tu visita a esta vibrante ciudad. Ubicado en un impresionante edificio del siglo XIX, este museo alberga una amplia colección de obras maestras que abarcan desde el Renacimiento hasta el arte contemporáneo. Al adentrarte en sus salas, te encontrarás con pinturas, esculturas y otras formas de expresión artística que te transportarán a diferentes épocas y estilos.

Desde los lienzos clásicos de Rubens y Delacroix hasta las vanguardistas creaciones de artistas contemporáneos, el Museo Fabre ofrece una experiencia enriquecedora para los amantes del arte. Además de sus exposiciones permanentes, el museo también presenta exposiciones temporales que muestran la diversidad y la evolución del arte a lo largo del tiempo. El Museo Fabre es una visita imprescindible para los amantes del arte y una oportunidad para descubrir y apreciar la riqueza cultural de Montpellier.

Place de la Comédie

La Place de la Comédie es el corazón vibrante de la ciudad de Montpellier, un lugar donde convergen la historia, la cultura y el bullicio urbano. Esta impresionante plaza peatonal, también conocida como la “Plaza de la Comedia” en español, es un punto de encuentro animado y lleno de vida, rodeada de majestuosos edificios históricos que la convierten en un escenario perfecto para disfrutar de la arquitectura única de Francia.

Pero eso no es todo, ya que una vez en el centro de la plaza, podrás encontrarte cara a cara con la imponente Fuente de las Tres Gracias, una obra maestra escultural diseñada por Étienne d’Antoine en 1790. Aquí, puedes sentarte en uno de los locales cercanos y disfrutar de una bebida mientras observas el ir y venir de la gente, los músicos callejeros, los artistas y el platicar con tus amigos y familiares.

Promenade du Peyrou

La Promenade du Peyrou se trata de un rincón encantador que te transporta a la elegancia del siglo XVIII, un impresionante paseo público ubicado en una colina, que ofrece una vista panorámica de la ciudad. Al caminar por la Promenade du Peyrou, serás recibido por la majestuosidad de su arco triunfal, conocido como el Arco de Triunfo de Montpellier, construido en honor al rey Luis XIV y que es uno de los pocos arcos de este tipo en Francia.

Continuando tu paseo, llegarás a la hermosa estatua ecuestre del rey, que domina la plaza con gracia y presencia, perfecto para sentarse en el césped y disfrutar de un buen libro. La Promenade du Peyrou es también el lugar ideal para relajarte bajo la sombra de los árboles, disfrutar de un picnic o simplemente admirar la belleza de la ciudad desde las alturas. Este encantador paseo es una escapada tranquila del bullicio de la ciudad y una oportunidad para apreciar la historia y la arquitectura de Montpellier.

Catedral de San Pedro de Montpellier

La majestuosa Catedral de San Pedro en Montpellier es un tesoro arquitectónico y espiritual que no puedes dejar de visitar durante tu estancia en la ciudad. Se trata de una catedral gótica con una fachada detallada y magníficas vidrieras que la convierten en un testimonio del rico patrimonio religioso de Montpellier. Una vez dentro de la catedral, serás recibido por una atmósfera de serenidad y devoción, mientras a tu alrededor encontraras varios detalles intrincados de las esculturas y los maravillosos frescos que adornan sus paredes.

Todo esto acompañado por el sonar de un melodioso órgano, una obra maestra de la «ingeniería musical» que ha deleitado a los fieles durante siglos. Además, cabe destacar que la Catedral de San Pedro es también un lugar de conciertos y eventos culturales, lo que añade una dimensión artística a su belleza arquitectónica e importancia religiosa.

Marché du Lez

Sumérgete en la energía creativa y gastronómica del Marché du Lez en Montpellier, un sitio moderno y vibrante que combina lo mejor de un mercado tradicional con un ambiente bohemio y artístico. Ubicado en un antiguo barrio industrial, este espacio renovado alberga una gran variedad de tiendas, restaurantes y bares, convirtiéndose en un punto de encuentro para los amantes de la buena comida y el arte.

Aquí podrás explorar los puestos del mercado, donde encontrarás productos frescos y locales, desde frutas y verduras hasta pan recién horneado y quesos artesanales. Prueba delicias culinarias en los diversos restaurantes, que ofrecen una amplia gama de sabores y cocina internacional, y descubre a sus alrededores las galerías de arte, tiendas vintage y espacios de diseño, donde podrás encontrar piezas únicas y objetos inspiradores.

Qué comer en Montpellier

La gastronomía de Montpellier es un deleite para los amantes de la buena comida, al tratarse de una ciudad del sur de Francia combina sabores tradicionales con influencias mediterráneas, ofreciendo una experiencia culinaria única. Comienza tu día con un auténtico croissant francés, recién horneado y crujiente, acompañado de un café aromático, este es el clásico y encantador desayuno francés. A la hora del almuerzo, prueba la «brandade de morue», un plato típico de Montpellier hecho con bacalao desmigado y mezclado con aceite de oliva y ajo, cremoso y delicioso.

Para una merienda, busca una pastelería local y prueba los macarons, pequeños dulces coloridos y sabrosos que son una especialidad de la región. Por último, para la cena sumérgete en la cocina mediterránea y disfruta de platos como el «cassoulet», un guiso tradicional hecho con alubias, carne de cerdo y salchichas, o el «pissaladière», una deliciosa tarta salada con cebolla, aceitunas y anchoas. Ahora sabes que comer en Montpellier, pero ¿Qué hay de beber? Sobre eso no te preocupes, ya que puedes acompañar tus comidas con los vinos locales, como los de la denominación Languedoc, que son conocidos por su calidad y variedad.