Situada a orillas del mar Báltico, Gdansk es una ciudad portuaria con un legado histórico de grandes proporciones que se refleja en sus impresionantes arquitecturas, plazas y atmósfera única que te transporta a lo largo de los siglos. Uno de los sitios turísticos más emblemáticos de Gdansk es la llamada «Plaza del Mercado», un lugar lleno de vida y color donde se encuentran lugares de interés como la Fuente de Neptuno, el Ayuntamiento y la Casa de Oro, destacando por su arquitectura gótica y renacentista.
Gdansk también es famosa por sus puertas históricas, como la Puerta Dorada y la Puerta Verde, que eran antiguas entradas a la ciudad y hoy son símbolos de su rica historia. Por otra parte, el Museo de la Segunda Guerra Mundial ofrece una visión profunda de la incursión bélica y política de la región, mientras que el Parque Oliwski junto al Palacio de los Abades son una muestra de la belleza arquitectónica y natural que Gdansk tiene para ofrecer.

En cuanto a la gastronomía, el pescado fresco, como el arenque marinado y el salmón ahumado, es una parte esencial de la cocina local. Los platos tradicionales como el «żurek» (sopa agria) y el «bigos» (estofado de carne y col) son sabores auténticos que no puedes dejar de probar. Además, los restaurantes y cafeterías de la ciudad ofrecen una amplia variedad de opciones, desde cocina polaca tradicional hasta cocina internacional. Así pues, conozcamos todo lo que ver, que hacer y comer en Gdansk, Polonia.
Museo de la Segunda Guerra Mundial de Gdansk
El Museo de la Segunda Guerra Mundial de Gdansk es un testimonio vivo de la historia y la memoria de uno de los períodos más tumultuosos de la humanidad. Ubicado estratégicamente frente al río Motława, su diseño innovador, creado por el estudio Kwadrat, se destaca con sus tres esferas que simbolizan el pasado, presente y futuro. Dentro de sus impresionantes 23,000 metros cuadrados, el museo alberga una rica colección de objetos, documentos y exposiciones interactivas que muestran no solo los eventos militares de la guerra, sino también la experiencia de la población civil durante ese tiempo. Desde uniformes y armas hasta cartas y testimonios personales, cada pieza cuenta una historia única que ilustra la complejidad y el impacto de la guerra en la vida cotidiana.
Lo que hace que este museo sea excepcional es su enfoque en la experiencia polaca durante la guerra, destacando la resistencia, la lucha por la libertad y la reconstrucción posterior. Además, la torre inclinada de 40 metros con su fachada de cristal no solo ofrece vistas panorámicas impresionantes de Gdansk, sino que también alberga espacios para eventos, conferencias y una biblioteca que enriquece la experiencia educativa del museo.
Fuente de Neptuno

Diseñada por Abraham van den Blocke, la Fuente de Neptuno de Gdańsk, erigida en 1633, es un símbolo icónico de la ciudad que refleja su conexión histórica y cultural con el mar. Una de las leyendas locales cuenta que Neptuno, enfadado al ver cómo la gente arrojaba monedas en la fuente, golpeó el agua con su tridente, convirtiendo las monedas en pequeños trozos de oro que adornan el famoso licor de Gdańsk, el Goldwasser.
En 1927 se realizó una renovación, seguida de una restauración completa entre 1950 y 1954 después de los daños sufridos durante la Segunda Guerra Mundial. Se restituyeron las históricas águilas polacas en la cerca que rodea la fuente, destacando su importancia como símbolo patriótico. En la renovación de 2011-2012, se llevaron a cabo trabajos completos para mantener su integridad y belleza original, asegurando que la Fuente de Neptuno continúe siendo un punto de referencia histórico y artístico en Gdańsk para las generaciones futuras.
Puerta Verde y Puerta Dorada
La Puerta Verde, una obra maestra de Regnier van Amsterdam, es un ejemplo sobresaliente de la influencia arquitectónica flamenca en Gdańsk. Construida entre 1568 y 1571 como residencia formal de los monarcas de Polonia, hoy alberga el Museo Nacional de Gdańsk y es sede de diversas exposiciones y eventos culturales. Además, un dato para los más curiosos es que esta es de hecho, la oficina de Lech Wałęsa, quien alguna vez fue el presidente de Polonia.
Por otro lado, la Puerta Dorada, diseñada por Abraham van den Blocke y construida entre 1612 y 1614, representa el manierismo holandés y es un testimonio de la rica herencia arquitectónica de la ciudad. Ubicada en la Calle Larga, junto a otros monumentos históricos, la Puerta Dorada es un símbolo de la antigua fortificación de Gdańsk y cuenta con attiques que representan las cualidades del ciudadano ideal, diseñadas por Jeremias Falck.
Parque Oliwski

El Parque Oliwski, fundado en el siglo XV como parte de un monasterio cisterciense, ha evolucionado a lo largo de los siglos, especialmente en el siglo XVIII cuando adquirió su forma actual, convirtiéndose en uno de los parques más bellos de la ciudad. Uno de sus aspectos más destacados son las Groty Szeptów, o las «Cuevas de los Susurros», donde la composición natural de las cuevas permite escuchar susurros de otras personas, creando una experiencia acústica única.
Pero quizás la parte más famosa del parque sea el impresionante jardín barroco frente al Palacio de los Abades. Aquí, los parterres de flores intrincadamente decorados y los arbustos esculpidos en figuras geométricas crean un paisaje verdaderamente impresionante. Además, el parque alberga un jardín japonés, un mirador con vistas panorámicas y una variedad de flora como azaleas esculpidas y pinos que añaden belleza y serenidad a este oasis urbano.
Arena Gdansk
Para los aficionados al fútbol y los amantes de la arquitectura moderna, una visita al Arena Gdansk es una experiencia imprescindible durante su estadía en la ciudad. Construido para la Eurocopa 2012 y con una capacidad para albergar a más de 43,000 espectadores, el Arena Gdansk es el lugar perfecto para disfrutar de emocionantes partidos de fútbol y experimentar la pasión de los fanáticos. Además, al ser el hogar del Lechia Gdansk, uno de los equipos más queridos de la región, el estadio se llena de energía y entusiasmo en cada juego.
El exterior del estadio es una obra maestra arquitectónica, con su diseño que simula los reflejos dorados del ámbar bajo la luz del sol. Esta característica única lo convierte en un punto de referencia visual y un símbolo emblemático de la ciudad. Aparte de los partidos de fútbol regionales, el Arena Gdansk también ha sido sede de eventos deportivos de renombre internacional, como la final de la UEFA Europa League en 2021, lo que demuestra su importancia y prestigio en el mundo del deporte.
A corta distancia de Gdansk

Uno de los lugares destacados a corta distancia de Gdansk es Sopot, una encantadora ciudad costera conocida por su famoso muelle de madera, que se extiende majestuosamente sobre el Mar Báltico. Este muelle, el más largo de su tipo en Europa, ofrece impresionantes vistas al mar y es el lugar perfecto para pasear, disfrutar de la brisa marina y observar el atardecer. Otro destino cercano es Gdynia, una ciudad portuaria moderna y dinámica. Aquí los visitantes pueden explorar el acuario y el Oceanarium, maravillarse con una amplia variedad de especies marinas y aprender sobre la vida submarina en el Mar Báltico.
Además, a poca distancia se encuentra el Parque Nacional de la Península de Hel, un paraíso natural con playas vírgenes, dunas de arena y bosques pintorescos. Por último, no se puede dejar de mencionar Malbork, hogar del imponente Castillo de Malbork, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este castillo medieval es el más grande del mundo construido en ladrillo y ofrece una fascinante visión de la historia medieval de la región.
Qué comer en Gdansk
Si eres amante de los mariscos, no puedes dejar de probar el ryba po kaszubsku, un plato típico de la región de Kaszuby que consiste en pescado fresco marinado y cocinado con cebolla, eneldo y especias. Y en caso de que te inclines más por la carne, el bigos es una opción imperdible. Este estofado de carne de cerdo y res cocinado lentamente con chucrut, ciruelas y especias, es un plato reconfortante y lleno de sabor que te hará sentir como en casa.
Y no podemos olvidar mencionar el famoso żurek. Este plato tradicional consiste en una sopa agria hecha a base de harina de centeno fermentada y se sirve caliente, acompañada de huevo cocido, embutidos como kiełbasa (salchicha), patatas y a menudo se añade un poco de crema agria para suavizar el sabor ácido. El żurek es muy popular durante las celebraciones y festividades, pero también es una opción deliciosa para probar en los meses más fríos del año, cuando una sopa caliente es reconfortante y satisfactoria.