Si lo que estás buscando es un lugar donde reine la nieve, en el corazón de Suiza encontraras Zermatt, una opción que cautiva a los viajeros con su impresionante belleza natural y su ambiente encantador. Esta pintoresca ciudad, situada al pie del majestuoso Matterhorn, es conocida en todo el mundo por ser un destino de esquí de primera categoría, con más de 360 kilómetros de pistas perfectamente cuidadas y modernos remontes que garantizan diversión y emoción para esquiadores de todos los niveles. Además, el verano trae consigo la oportunidad de explorar la impresionante red de senderos de montaña, que ofrecen vistas espectaculares y la posibilidad de avistar la vida silvestre.

Uno de los sitios más emblemáticos de Zermatt es el Gornergrat, desde donde se puede disfrutar de una vista panorámica inigualable del Matterhorn y de más de 29 picos de más de 4,000 metros de altura. La visita al Museo Matterhorn también es imprescindible, ya que ofrece una visión fascinante de la historia y la cultura de la región, así como de las hazañas de los alpinistas que han conquistado el Matterhorn a lo largo de los años.

Pero Zermatt no solo ofrece aventuras alpinas, sino también una experiencia culinaria con mucho para presumir. Sus platillos combinan la riqueza de la tradición suiza con influencias internacionales, ofreciendo inventos deliciosos como las fondues de queso suizo, las raclettes abundantes y las tartas de frutas frescas de la región. Con todo esto en mente, veamos en profundidad todo lo que hay que ver, que hacer y comer en Zermatt, Suiza.

Ferrocarril de Gornergrat

Con una altitud de 3089 metros, el ferrocarril de Gornergrat es el tren de cremallera al aire libre más alto de Europa y está operativo durante todo el año, brindando a los visitantes la oportunidad de disfrutar de una vista espectacular del icónico Cervino, Dufour y Matterhorn. El viaje en sí es una experiencia emocionante y escénica que dura aproximadamente 35 minutos desde Zermatt hasta la cima del Gornergrat. Durante el trayecto, los pasajeros podrán ver impresionantes bosques, glaciares centenarios y una diversidad única de flora y fauna que hacen de cada momento una aventura.

Al llegar al final del recorrido, los visitantes son recibidos por un sofisticado restaurante con vistas al macizo del Monte Rosa, donde pueden deleitarse con especialidades locales como el queso suizo fondue, el rösti (una especie de tortilla de patatas) y una variedad de platos alpinos tradicionales. El restaurante ofrece opciones de servicio de mesa y autoservicio, permitiendo a los turistas disfrutar de una comida deliciosa a grandes alturas.

Museo Matterhorn

Junto a la Iglesia católica de Zermatt, se encuentra el Museo Matterhorn, único en el mundo por estar dedicado exclusivamente a una montaña, explorando su importancia histórica, geológica y cultural, así como la evolución del alpinismo y los deportes de montaña en la región. Al adentrarse en el museo, los visitantes son transportados a través del tiempo, desde las generaciones pasadas hasta el presente, explorando el impacto del siglo XIX en el desarrollo del alpinismo y los deportes de montaña. Una de las salas más destacadas exhibe la cuerda rota durante la trágica primera ascensión liderada por Edward Whymper, recordando la pérdida de cuatro alpinistas en una caída mortal.

En su interior, una réplica del Hotel Monte Rosa y una recreación del Zermatt de mediados del siglo XIX transportan a los visitantes a la época dorada del alpinismo, donde aventureros y aristócratas buscaban conquistar las grandes cumbres alpinas. Además, el museo exhibe objetos históricos fascinantes encontrados en los glaciares, como un hacha de piedra del Neolítico y los restos de un hombre fuertemente armado conocido como el «mercenario».

Sunnegga

Sunnegga es mucho más que un mirador y restaurante; es un punto de partida para aventuras inolvidables tanto en verano como en invierno. El trayecto en funicular desde la estación del valle de Zermatt hasta Sunnegga es rápido, durando solo 4,5 minutos, lo que facilita el acceso a este maravilloso lugar. En verano, este es el lugar ideal para disfrutar de la naturaleza, el cercano Leisee ofrece un entorno perfecto para nadar al aire libre, con aguas cristalinas, un parque infantil y áreas de barbacoa para disfrutar en familia. Sumado a esto, el parque de aventuras de Wolli, con toboganes, estructuras para trepar y columpios, también es una atracción popular para los más pequeños durante el verano en Sunnegga.

En invierno, Sunnegga sigue siendo un punto de acceso importante para los entusiastas del esquí y el snowboard. Desde aquí, los visitantes pueden tomar telecabinas y telesillas hasta llegar al teleférico que lleva a Rothorn, donde se encuentran las soleadas laderas perfectas para disfrutar de la nieve. Sin embargo, muchos optan por relajarse en la terraza del restaurante autoservicio de Sunnegga, disfrutando del sol y de las impresionantes vistas del Matterhorn que este lugar ofrece durante todo el año.

Gorner Gorge

El Gorner Gorge es un estrecho habilitado para el turismo, el cual serpentea entre los imponentes acantilados y brinda una vista espectacular del poder de la naturaleza en acción. Desde la última glaciación, las aguas del Gornervispe han esculpido un abismo cada vez más profundo, creando un paisaje impresionante que cautiva a quienes lo visitan. Las pasarelas de madera, que datan desde 1887 y que se renuevan con frecuencia debido al aire húmedo, permiten a los turistas adentrarse en este espectáculo natural y admirar de cerca la majestuosidad de las formaciones rocosas y la fuerza del agua que fluye a través del desfiladero.

Además, la cercanía desde el final del pueblo de Zermatt hace que sea fácilmente accesible para los visitantes, a solo 15 minutos a pie. Una sugerencia especial es visitar el Gorner Gorge a partir de mediados de octubre, entre las 15 y las 16 horas. En estas condiciones de luz especiales, el agua del desfiladero adquiere un color turquesa brillante, creando un espectáculo visual aún más impresionante que resalta la belleza natural de este oasis.

Qué comer en Zermatt

En Zermatt, la experiencia culinaria es toda una mezcla de sabores tradicionales suizos y una influencia internacional. Para comenzar el día, no hay nada mejor que un desayuno suizo clásico en una acogedora cafetería alpina. Prueba el tradicional bircher muesli, un plato saludable hecho con avena, yogur, frutas frescas y nueces, acompañado de un café suizo aromático o un chocolate caliente.

Durante el almuerzo, las osterias y restaurantes locales ofrecen una amplia variedad de platos típicos suizos. Y para una cena más sofisticada, prueba especialidades locales como el filete de cordero de los Alpes suizos, el filete de trucha fresca del río Matterhorn o el risotto de hongos silvestres, todo maridado con vinos suizos de alta calidad que complementan perfectamente cada plato. Y no podemos olvidarnos de los dulces, pues en Zermatt, encontrarás una amplia variedad de postres tentadores, desde el clásico strudel de manzana suizo hasta los deliciosos chocolates suizos hechos a mano.