Kioto, la antigua capital imperial de Japón, es un tesoro de tradición y encanto histórico que cautiva con su elegancia atemporal. Enclavada en las montañas de la región de Kansai, esta ciudad es un tapiz cultural donde los viejos rituales y la modernidad convergen en armonía. Los templos y santuarios son el corazón espiritual de Kioto; desde el majestuoso Kinkaku-ji, conocido como el Pabellón Dorado, con sus paredes revestidas de oro, hasta el Fushimi Inari Taisha, famoso por sus miles de puertas torii, cada uno cuenta una historia fascinante de la rica historia de la ciudad.

Más allá de sus templos y jardines, Kioto abre las puertas al futuro con el Museo Internacional del Manga, una celebración de la cultura pop japonesa que muestra la evolución del manga a lo largo de los años, y el Parque Maruyama, un oasis de serenidad donde florece un antiguo cerezo llorón y donde se encuentra el histórico Santuario Yasaka.

Y para los entusiastas de la comida, la gastronomía de Kioto sin duda no decepciona, con sus platos tradicionales como el kaiseki ryori (comida de varios platos estéticamente presentada), el obanzai (comida casera de Kioto) y los dulces wagashi, podrás sumergirte en la cultura culinaria japonesa. Con todo esto en mente, a lo largo de este artículo conoceremos en profundidad todo lo que hay que ver, que hacer y comer en Kioto, Japón.

Fushimi Inari-Taisha

El santuario Fushimi Inari-Taisha es un emblema inolvidable en Kioto, un lugar donde la espiritualidad y la naturaleza se entrelazan en un viaje inolvidable. Sus icónicos torii, puertas rojas que marcan el inicio de un sendero, conducen a un camino ascendente por el monte Inari; cada una de estas «puertas» son donaciones de determinados individuos u empresas, con el nombre y la fecha de la ofrenda inscritas en ellas.

Esta impresionante red de caminos, que se extiende a lo largo de 4 kilómetros, lleva a los visitantes a través de densos bosques de cedros y por pasajes sagrados. El santuario está dedicado al dios Inari, el patrón de la agricultura, y también venera los zorros, considerados mensajeros del mismo. Los visitantes pueden descubrir estatuas de zorros, conocidas como «kitsune», que representan la sabiduría y la protección.

Kinkaku-ji

Ubicado en medio de un lago sereno, el Kinkaku-ji o Pabellón Dorado, es un templo revestido en pan de oro que destaca con su esplendor frente a los exuberantes jardines que lo rodean. Originalmente construido como una villa para el retiro del shogun, este sitio sagrado ahora atrae a visitantes de todo el mundo. La estructura de tres pisos exhibe tres estilos arquitectónicos distintos: el primer piso refleja el estilo palaciego, el segundo piso el estilo samurái y el tercero, un estilo de arquitectura china.

El Pabellón Dorado encarna la riqueza espiritual y cultural de Japón y ofrece una visión de la historia del país a través de su diseño meticuloso y su ubicación serena. El entorno natural que rodea el Kinkaku-ji es igualmente impresionante, compuesto por cuidados jardines japoneses, senderos sinuosos, puentes arqueados y reflejos del pabellón dorado en el agua del estanque, los cuales crean una atmósfera tranquila y espiritual para los visitantes.

Mercado de Nishiki

El Mercado de Nishiki, conocido como el «Paseo Gastronómico de Kioto», es un vibrante laberinto de pasillos llenos de delicias culinarias y productos locales. Con casi cinco siglos de existencia, el mercado ofrece una amplia gama de productos frescos, desde pescados y mariscos hasta verduras, frutas, dulces tradicionales y todo tipo de ingredientes esenciales para la cocina japonesa. Los puestos exhiben especialidades regionales y productos exclusivos de la temporada, brindando una visión auténtica de la vida cotidiana de Kioto.

La experiencia sensorial en el Mercado de Nishiki es única: aromas tentadores llenan el aire mientras los comerciantes atienden con entusiasmo a los visitantes, ofreciendo muestras de sus exquisitas creaciones. Los pequeños restaurantes y puestos callejeros invitan a probar platos tradicionales como el sushi, los fideos soba, el tofu fresco y los postres japoneses, todo preparado con ingredientes frescos y cuidadosamente seleccionados. Además de ser un paraíso gastronómico, el mercado también es un lugar para descubrir la artesanía local, desde cuchillos afilados y utensilios de cocina hasta cerámica tradicional y souvenirs únicos que podrás llevarte a casa.

Museo Internacional del Manga de Kioto

El Museo Internacional del Manga de Kioto es un santuario dedicado a la cultura y el arte del manga japonés, un paraíso para los amantes de las historietas y una ventana fascinante a la historia y evolución de esta forma de expresión única. Este museo presenta una amplia colección de manga, desde obras clásicas como Naruto y Dragon Ball hasta las más contemporáneas como Blue Lock o Assassination Classroom, proporcionando una visión cronológica del desarrollo del género.

Las exposiciones permanentes ofrecen una inmersión profunda en la historia del manga, mostrando el proceso de creación, los artistas destacados y la influencia cultural que ha tenido a nivel nacional e internacional. Además de exhibiciones, el museo ofrece actividades interactivas que permiten a los visitantes experimentar la creación de manga de primera mano. Talleres de dibujo, áreas de lectura y eventos especiales brindan una experiencia completa para aquellos interesados en sumergirse en este mundo artístico. Por último, el museo también alberga una tienda repleta de artículos relacionados con el manga: desde cómics y libros hasta productos coleccionables.

Parque Maruyama

El Parque Maruyama, un remanso de serenidad Kioto, es conocido por su majestuoso cerezo llorón (sakura), así como por su escenario pintoresco durante la temporada de hanami (visualización de las flores de cerezo), la cual atrae a miles de personas que quieren contemplar la elegancia de los pétalos rosados que adornan el paisaje. En su centro se erige el Santuario Yasaka, un lugar sagrado que data del siglo IX, otorgando un ambiente místico al parque.

Además de su belleza natural, el Parque Maruyama ofrece espacios para relajarse, realizar picnics y disfrutar de la tranquilidad que se respira en sus senderos arbolados. Los vendedores ambulantes ofrecen delicias locales y souvenirs, lo que añade un toque de autenticidad a la experiencia. Por las noches, la atmósfera cambia; las farolas se encienden y el santuario se ilumina, creando un ambiente mágico ideal para pasear bajo la luna y experimentar la esencia nocturna de este espacio encantador.

Qué comer en Kioto

La gastronomía de Kioto es un festín para los sentidos, una fusión de sabores ancestrales y platos tradicionales que dan vida al corazón culinario de Japón. Todo empieza por el Kaiseki Ryori, un arte culinario japonés refinado que consiste en una sinfonía de platos estacionales, preparados meticulosamente para resaltar los sabores naturales de cada ingrediente. Además, la ciudad es famosa por su tofu suave y fresco, elaborado de manera artesanal en establecimientos centenarios.

Los templos y calles históricas albergan pequeños locales llamados «yatai» que ofrecen delicias locales, como los «yuba» (rollo de tofu) y los «tsukemono» (encurtidos japoneses), que invitan a los transeúntes a disfrutar de bocados auténticos. Para los amantes del té, una visita a una auténtica casa de té («ochaya») es esencial. Allí, se sirven exquisitas variedades de té matcha y dulces japoneses llamados «wagashi», que complementan perfectamente la ceremonia del té.

También se pueden mencionar los «kaiseki-ya» y «shojin-ryori», los cuales ofrecen platos vegetarianos y veganos basados en ingredientes locales y estacionales, brindando una experiencia gastronómica sumamente gratificante. Por último, los mercados como Nishiki ofrecen una variedad tentadora de pescado fresco, mariscos, frutas y especias locales que se convierten en una experiencia culinaria imprescindible para cualquier viajero.