Bienvenidos a Nara, una ciudad llena de historia conocida por ser una de las ciudades más antiguas de Japón y que ofrece a los visitantes un viaje en el tiempo, a través de su impresionante patrimonio cultural y su belleza natural. Como antigua capital de Japón, Nara está repleta de tesoros históricos, siendo uno de los más famosos el Parque de Nara, hogar de los queridos ciervos sika que deambulan libremente y son considerados mensajeros de los dioses. En este parque, se encuentran el Templo Todaiji, famoso por albergar la estatua de bronce del Gran Buda, y el Templo Kasuga-Taisha, con sus miles de linternas de piedra que iluminan el camino hacia la espiritualidad.

Pasear por las estrechas calles de Naramachi te transportará a la época feudal, con sus tradicionales casas de madera y tiendas de artesanía, como por ejemplo podemos ver en la pagoda de cinco pisos del Templo Kofukuji, un ícono de la ciudad con vistas impresionantes. Nara también es famosa por su gastronomía, con especialidades como el kakinoha-zushi, sushi envuelto en hojas de caqui, y el momiji manju, pastelillos rellenos de pasta de frijol dulce en forma de hoja de arce. Con todo esto en mente, en este artículo te expondremos todo aquello que ver, que hacer y comer en Nara, para que aproveches cada segundo de tu visita a la región japonesa.

Todai-ji

Construido en el siglo VIII, el templo budista Tōdai-ji es famoso por albergar una de las estatuas de Buda más grandes del mundo. Al ingresar al Tōdai-ji, serás recibido por el impresionante Nandaimon, la Gran Puerta del Sur, custodiada por enormes estatuas de los guardianes divinos. A medida que te adentras en el templo, quedarás maravillado por la majestuosidad de la Gran Sala del Buda, Daibutsuden. Allí, encontrarás el colosal Buda Vairocana, una estatua de bronce de 15 metros de altura que se alza sobre los visitantes, transmitiendo una sensación de serenidad y espiritualidad.

Además del impresionante Buda, el Tōdai-ji alberga otros tesoros culturales, como esculturas, pinturas históricas, los hermosos jardines y las vistas panorámicas de los alrededores desde lo alto de la pagoda de cinco pisos del templo. Templos como este recuerdan a animes populares de la Época Sengoku, un ejemplo de esto es el caso de Demon Slayer y sus 9 Pilares, cuyas locaciones están basadas en varios lugares de Japón, incluido el distrito Zoshicho de Nara. El merchandising de esta franquicia, como las camisetas de Demon Slayer o el propio manga de Kimetsu no Yaiba son regalos ideales que traer de Japón.

Kasuga-taisha

El Kasuga-taisha es un impresionante santuario sintoísta que cautiva a los turistas con su belleza y espiritualidad, fundado en el año 768, este antiguo sitio de culto es famoso por sus miles de linternas de piedra que adornan los caminos hasta el santuario. Al ingresar al Kasuga-taisha, serás recibido por un encantador sendero rodeado de majestuosos árboles y linternas de piedra que conducen al santuario principal. Este santuario es un hermoso ejemplo de la arquitectura sintoísta tradicional, con techos de paja y coloridas decoraciones.

El Kasuga-taisha también es conocido por sus festivales y ceremonias religiosas, que atraen a visitantes de todo el mundo. Uno de los momentos más destacados es el Festival Omizutori, que se celebra en marzo, donde los monjes realizan una impresionante ceremonia de purificación con agua sagrada. Además, los jardines bien cuidados y el entorno natural del santuario lo convierten en un lugar perfecto para relajarse y conectarse con la naturaleza.

Parque de Nara

El Parque de Nara, con una extensión de aproximadamente 660 hectáreas, es el hogar de varios sitios históricos y maravillas naturales. El principal atractivo del parque son los famosos ciervos sika que deambulan libremente por sus senderos. Estos amigables y dóciles ciervos están considerados como mensajeros de los dioses y son tratados con reverencia por los lugareños y visitantes.

Además de los ciervos, el parque alberga importantes tesoros patrimoniales, como el Tōdai-ji, el templo de madera más grande del mundo, que alberga una gigantesca estatua de Buda, otros sitios notables incluyen el Santuario Kasuga y el Templo Kofuku-ji. Los senderos sombreados y los paisajes exuberantes hacen del Parque de Nara un punto ideal para pasear y disfrutar de la naturaleza mientras se explora la rica historia de Japón. Es un remanso de tranquilidad en medio de la bulliciosa ciudad, y una experiencia cultural única que cautivará a los viajeros de todas partes del mundo.

Kofuku-ji

El Kōfuku-ji es un templo budista fundado en el año 669 y que ha sido reconstruido varias veces a lo largo de los siglos, su nivel de importancia en la actualidad es tal que se le considera un Patrimonio Mundial de la UNESCO. Una de las características más destacadas del Kōfuku-ji es la pagoda de cinco pisos, que es uno de los edificios más altos y antiguos de su tipo en Japón. Esta majestuosa estructura es una verdadera maravilla arquitectónica y ofrece vistas panorámicas de la ciudad desde su cima.

El templo también alberga tesoros culturales, incluyendo estatuas budistas y artefactos históricos, que brindan a los visitantes una visión fascinante de la antigua cultura japonesa. Además de su valor histórico y cultural, el Kōfuku-ji es un lugar tranquilo y sereno, rodeado de hermosos jardines y espacios abiertos, donde los visitantes pueden pasear y disfrutar de la atmósfera espiritual que emana de este lugar sagrado.

Palacio Heijō

El Palacio Heijō fue la residencia oficial de los emperadores japoneses durante el período Nara, que abarcó desde el año 710 hasta el 784. Es una reconstrucción precisa y detallada del edificio original que existió hace más de 1300 años. Por suerte, aunque gran parte del palacio original fue destruido con el tiempo, las excavaciones arqueológicas y las investigaciones históricas permitieron recrear este importante patrimonio cultural.

Los visitantes pueden explorar los terrenos del Palacio Heijō y admirar las estructuras y jardines que se asemejan a la vida imperial en el antiguo Japón. Sumado a todo esto, también hay un museo en el sitio que exhibe artefactos y arte histórico relacionados con la dinastía Nara. Sin duda una visita imperdible para aquellos que buscan sumergirse en la historia antigua de Japón y experimentar la grandeza de la monarquía japonesa de hace siglos.

Qué comer en Nara

Nara, además de ser famosa por sus impresionantes templos y ciervos amigables, también es un paraíso culinario que deleita los paladares de los visitantes. La ciudad ofrece una deliciosa variedad de platos tradicionales japoneses y especialidades locales que no te puedes perder durante tu visita. Para empezar, una de las comidas más populares en Nara es el Kakinoha-zushi, un tipo de sushi envuelto en hojas de caqui, este platillo típico tiene un sabor único y es una excelente opción para probar la gastronomía local.

Otro manjar que no puedes perderte es el Somen, un tipo de fideo delgado y delicado que se sirve frío durante los calurosos meses de verano. También puedes probar el Kudzu, una planta de la región que se utiliza para preparar diferentes platos, como el Kuzu-mochi, un postre gelatinoso y dulce. Por último, no puedes dejar de probar los dulces tradicionales japoneses, como el dorayaki (pastel relleno de anko) y el yatsuhashi (pastel de arroz con sabor a canela y relleno de anko).