Dublín, la vibrante joya de la Isla Esmeralda, es una enigmática ciudad que combina a la perfección una rica historia con una energía moderna y contagiosa. Destacando por encima de otras ciudades de Irlanda, es un destino turístico imprescindible para los amantes de la cultura y la diversión. Al pasear por las calles de Dublín, te encontrarás con majestuosos castillos y catedrales que narran las leyendas de antaño, como el imponente Castillo de Dublín o la Catedral de San Patricio. Con sus torres, fosas y arquitectura gótica, son un gran ejemplo de los tiempos medievales europeos.

Además de sus orígenes y encanto cultural, la comida irlandesa es otro aspecto que no debes pasar por alto durante tu visita a Dublín. La gastronomía irlandesa ha evolucionado a lo largo de los años, fusionando tradiciones culinarias con influencias contemporáneas. Y para los amantes de la cerveza, no se puede olvidar mencionar la famosa cerveza Guinness, que se produce en Dublín desde hace más de 250 años. Su mezcla única de historia, cultura, diversión y calidez humana te envolverá y te dejará con recuerdos imborrables. Así pues, a lo largo de este artículo, te contaremos con detalle todo lo que puedes ver en Dublín, las actividades que hacer y todo aquello que comer en Dublín.

Castillo de Dublín

El Castillo de Dublín es un impresionante atractivo turístico que captura la esencia histórica de la ciudad, construido en el siglo XII, el castillo ha sido testigo de importantes eventos a lo largo de los siglos. Además de su valor histórico y cultural, el castillo también es un lugar de importancia política. Ha sido escenario de ceremonias de Estado y eventos importantes, como visitas de jefes de Estado y recepciones oficiales.

Dentro del castillo, los visitantes pueden admirar la impresionante Sala de Estado o la Capilla Real, decorada con magníficos techos abovedados, hermosos vitrales, muebles históricos y detalles ornamentales. Sus majestuosas salas albergan exposiciones que cuentan la historia de Dublín y su relación con el castillo.

Catedral de San Patricio

La Catedral de San Patricio fue construida en el siglo XII, siendo una majestuosa catedral que ha sido testimonio vivo de la historia y la arquitectura gótica de la ciudad. Su imponente fachada y sus altas torres llaman la atención desde lejos por su particular estructura exterior. Al ingresar, la belleza de sus vitrales y la exquisita decoración interior no hacen más que sorprender a los visitantes, con la nave principal que dispone elegantes arcos y una impresionante bóveda de crucería.

Además, podrás visitar la Capilla de San Patricio, donde se encuentran las tumbas de prominentes figuras históricas. La catedral alberga una serie de exhibiciones y eventos culturales, como conciertos de música clásica y corales. Otra cosa que puedes hacer en Dublín al estar en la Catedral de San Patricio es subir a la torre principal, donde podrás disfrutar de vistas panorámicas de Dublín.

Cervecería Guinness Storehouse

La Guinness Storehouse es un destino turístico icónico en Dublín para los amantes de la cerveza y aquellos que deseen experimentar todos los sucesos que precedieron a la industria cervecera de Irlanda. Situada en las antiguas instalaciones de la fábrica de Guinness, esta atracción ofrece un fascinante recorrido por el proceso de elaboración de la cerveza negra más famosa del país. Durante la visita, los visitantes aprenderán sobre los ingredientes utilizados, el arte de la elaboración y la legendaria historia de la marca Guinness.

Podrán explorar las diferentes etapas de producción y descubrir cómo se elabora la cerveza de manera tradicional. El punto culminante del recorrido se ubica en la cima de la fábrica, donde se puede disfrutar de una pinta de Guinness recién tirada. Además del tour, la Guinness Storehouse también cuenta con restaurantes y bares para comer en Dublín, donde podrás probar diferentes variedades de cerveza Guinness y disfrutar de platos inspirados en la gastronomía irlandesa.

Kilmainham Gaol

Kilmainham Gaol es un lugar conmovedor en Dublín que ofrece a los visitantes una mirada profunda a la historia de Irlanda y su lucha por la independencia. Esta antigua prisión, construida en 1796, albergó a muchos líderes revolucionarios irlandeses y fue testigo de eventos significativos en la historia del país. Durante la visita, los turistas pueden recorrer las celdas y pasillos de la prisión, aprendiendo sobre las difíciles condiciones en las que vivían los prisioneros. 

Las exposiciones y guías expertos cuentan las historias de los rebeldes y patriotas encarcelados allí. Además de su importancia histórica, Kilmainham Gaol es reconocida por su impresionante arquitectura gótica, que añade un aura de solemnidad al sitio. Visitar Kilmainham Gaol es una experiencia emotiva y educativa, que permite comprender el sacrificio y la valentía de aquellos que lucharon por la independencia de Irlanda.

Parque Fénix

El Parque Fénix, ubicado en el centro de Dublín, es un destino turístico impresionante y un refugio tranquilo en medio del bullicio de la ciudad. Este extenso parque de 712 hectáreas ofrece a los visitantes una amplia variedad de actividades y paisajes para disfrutar. El parque es famoso por su belleza natural, con amplias áreas verdes, lagos serenos y bosques pintorescos. Es un lugar ideal para relajarse, hacer un pícnic, dar paseos en bicicleta o simplemente disfrutar de la naturaleza.

Dentro del parque, los turistas pueden visitar el Zoológico de Dublín, donde se pueden ver una variedad de animales exóticos y participar en actividades educativas. el Wellington Testimonial, un enorme obelisco, la columna de Phoenix, coronada con una escultura de un formidable Ave Fénix, o, el Papal Cross, una cruz que conmemora una misa del Papa en el año 1979. Los amantes del deporte también pueden disfrutar de instalaciones como campos de golf, canchas de tenis y senderos para correr. Se trata de unun punto de encuentro versátil y hermoso, que ofrece una experiencia tranquila y diversa a los visitantes.

Qué comer en Dublín

En Dublín, puedes deleitarte con una amplia selección de platos deliciosos y auténticos que te harán la boca agua. Desde clásicos irlandeses hasta opciones internacionales, la escena culinaria de la ciudad tiene algo para todos los gustos. Uno de los platos más emblemáticos es el de “fish and chips”, un plato consistente en filetes de pescado fresco rebozados y fritos, acompañados de papas fritas crujientes. Es un verdadero favorito para comer en Dublín de los locales y visitantes por igual.

Si buscas un sabor tradicional irlandés, no puedes dejar de probar el “estofado irlandés”. Este delicioso guiso combina tiernos trozos de cordero con papas, zanahorias y cebolla, todo cocido a fuego lento en un caldo sabroso. Otra opción es el “desayuno Irlandés”, un desayuno contundente que incluye salchichas, tocino, morcilla, huevo frito, tomate asado, champiñones y pan tostado. Y, por supuesto, no podemos olvidar mencionar la famosa cerveza negra Guinness, la cual podrás adquirir en casi cualquier local autorizado del país.