Cusco, la joya arquitectónica y cultural de los Andes peruanos, cautiva a los visitantes con su encanto histórico y paisajes impresionantes. Ubicada a más de 3,400 metros sobre el nivel del mar, esta ciudad antigua fue la capital del Imperio Inca y aún conserva vestigios de su glorioso pasado. Al explorar las calles adoquinadas de Cusco, los viajeros se encuentran inmersos en una mezcla única de arquitectura inca y colonial.

La Plaza Mayor, rodeada por la majestuosa Catedral de Cusco y la Iglesia de la Compañía de Jesús, es el corazón vibrante de la ciudad. Desde aquí, los turistas pueden iniciar su viaje hacia el imponente templo de Sacsayhuamán, uno de los sitios arqueológicos más emblemáticos de la cultura Inca. Cusco no solo es testigo de la grandiosidad de las civilizaciones precolombinas, sino que también ofrece experiencias contemporáneas. Sus mercados tradicionales, como San Pedro, invitan a los viajeros a explorar la riqueza de la cultura local a través de sus productos artesanales, textiles y delicias gastronómicas.

La gastronomía cusqueña, con sus raíces en la tradición incaica y las influencias españolas, presenta platos deliciosos como el cuy al horno (conejo de indias), la pachamanca (carne y vegetales cocidos bajo tierra) y el rocoto relleno (pimiento relleno). Los restaurantes locales ofrecen una experiencia culinaria que combina ingredientes frescos de la región con técnicas modernas, brindando a los visitantes un festín para los sentidos en cada rincón de esta ciudad mágica. Con todo esto en mente, pasemos a conocer todo lo que ver, que hacer y comer en Cusco, Perú, apareciendo en numerosos puzzles Perú.

Sacsayhuamán

Sacsayhuamán, una imponente fortaleza inca ubicada en las alturas de Cusco, es un testimonio asombroso de la habilidad arquitectónica de la civilización inca. Construida con inmensas piedras talladas que se ensamblan con precisión milimétrica, esta maravilla antigua forma parte del complejo ceremonial de la ciudad. Las enormes paredes de Sacsayhuamán, algunas de hasta 300 toneladas, se alzan como gigantes guardianes sobre la urbe histórica, ofreciendo vistas panorámicas del valle sagrado.

El sitio tiene un significado espiritual y estratégico, con sus muros zigzagueantes que simbolizan las garras de un puma, un animal sagrado para los incas. Durante la celebración del Inti Raymi, la festividad inca del sol, Sacsayhuamán cobra vida con representaciones teatrales y ceremonias que transportan a los visitantes a la época dorada del Imperio Inca. Explorar Sacsayhuamán permite a los viajeros maravillarse ante la destreza técnica de los constructores incas y sumergirse en la mística energía de este sitio histórico.

Plaza Mayor de Cusco

La Plaza Mayor de Cusco, conocida en tiempos incas como Huacaypata, y también en la actualidad como la Plaza de Armas, es el corazón cultural de la ciudad. Rodeada por imponentes edificios coloniales y con una vista panorámica de la majestuosa Iglesia de la Compañía de Jesús, esta plaza es testigo de la rica historia que abarca desde la época preincaica hasta la actualidad. En el centro de la plaza se erige una fuente adornada con una estatua del Inca Pachacútec, recordando la grandeza del imperio que una vez reinó en esta región.

La arquitectura de la Plaza Mayor refleja la fusión entre la influencia incaica y española, creando un escenario pintoresco donde los visitantes pueden disfrutar de la atmósfera vibrante y explorar las numerosas tiendas, restaurantes y cafés que bordean la plaza. Es aquí donde convergen festivales locales, desfiles y celebraciones, siendo el lugar ideal para sumergirse en la autenticidad de la cultura cusqueña. La Plaza Mayor de Cusco no solo es un punto de encuentro animado, sino también un testimonio vivo de aquellos que define al Perú.

Qurikancha

Qurikancha, también conocido como el Templo del Sol, se trata de una edificación fuera de lo común que fusiona la majestuosidad inca con la arquitectura colonial española, creando un lugar único que ilustra la rica historia de la región. Antiguamente, Qurikancha era un templo dedicado al dios inca del sol, Inti, y estaba revestido de láminas de oro que resplandecían con intensidad.

A pesar de las conquistas y terremotos, aún se pueden apreciar las impresionantes paredes de piedra perfectamente ensambladas que sirven como testimonio de la destreza arquitectónica inca. Además, la Iglesia de Santo Domingo, construida sobre los cimientos de Qurikancha por los colonizadores españoles, crea un fascinante contraste entre las dos culturas. El recorrido por este complejo permite a los visitantes explorar cámaras subterráneas y observar exposiciones que destacan la historia y la cosmología incas.

Mercado Central de San Pedro

El Mercado Central de San Pedro es el escaparate de la vida cotidiana y la cultura local en la ciudad, que más que un lugar de compras, es una experiencia inmersiva que ofrece a los visitantes una auténtica visión de la diversidad gastronómica y artesanal de la región. Los pasillos del mercado rebosan de colores y aromas, donde los vendedores locales exhiben una amplia variedad de productos frescos, hierbas medicinales, textiles tradicionales y artesanías.

Los visitantes pueden deleitarse con la explosión de sabores peruanos al probar platos típicos en los puestos de comida, desde ceviche fresco hasta anticuchos irresistibles. Además de ser un paraíso culinario, el mercado es un lugar donde convergen las tradiciones culturales, ya que los lugareños acuden para abastecerse y compartir historias. Explorar el Mercado Central de San Pedro no solo es una experiencia sensorial, sino también una oportunidad para sumergirse en la vida cotidiana de los lugareños.

Catedral del Cuzco

La Catedral del Cuzco, majestuosamente situada en la Plaza de Armas, es un emblema arquitectónico e histórico de la antigua capital inca. Construida sobre los cimientos del palacio de Viracocha Inca, la catedral es un impresionante testimonio de la fusión de la arquitectura inca y española. Su fachada barroca y sus tres naves albergan tesoros artísticos, incluyendo pinturas coloniales de la Escuela Cusqueña y esculturas religiosas. Los visitantes pueden explorar la capilla y el altar principal, que resguarda la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción, la patrona del Cuzco.

La Capilla del Triunfo, adyacente a la catedral, es la más antigua de América y muestra una amalgama única de estilos arquitectónicos. Además, este punto y sus alrededores, los cuales conforman la Zona Monumental del Cuzco, son reconocidas como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, desde el año 1983. Los retablos dorados y las obras maestras religiosas hacen de la visita una experiencia fascinante, revelando la rica herencia cultural y espiritual que define a Cusco hasta el día de hoy.

Qué comer en Cusco

Explorar la gastronomía de Cusco es un viaje culinario que fusiona la tradición inca con la influencia española, creando un festín de sabores únicos en la región del Perú. En los pintorescos mercados locales, como San Pedro, los visitantes pueden probar auténticos platillos que reflejan la diversidad cultural de la ciudad. Un imprescindible es el «cuy», un plato emblemático que consiste en conejillo de indias asado y sazonado con hierbas locales. Para una experiencia más suave, la «alpaca» es una carne tierna y magra que se prepara en diversas presentaciones, desde estofados hasta brochetas.

Cusco también es famoso por sus tamales, conocidos como «humitas», rellenos de maíz y envueltos en hojas de maíz; acompañados de salsas picantes, ofrecen un deleite auténtico. Los mercados rebosan de frutas frescas, como la granadilla y la chirimoya, que son perfectas para degustar durante el día. Por último, no se puede dejar de probar la «chupe de camarones», una sopa abundante de camarones con maíz, papas y huevos, o disfrutar de la popular bebida local llamada «chicha morada», hecha a base de maíz morado.