Alicante, una joya en la costa mediterránea de la Comunidad Valenciana, es una ciudad que combina a la perfección la belleza natural, la historia y la deliciosa gastronomía típica de esta zona de España. Esta ciudad portuaria bañada por el mar Mediterráneo, cuenta con un clima perfecto durante todo el año, invitando a sus visitantes a sumergirse en sus interesantes playas de arena fina, como las icónicas playas de Postiguet y San Juan, donde puedes se puede disfrutar de días soleados y aguas cálidas.
A nivel arquitectónico, el casco antiguo de la ciudad, conocido como el Barrio de Santa Cruz, es un laberinto de callejones estrechos y casas de vibrantes y llamativos colores. La imponente fortaleza de Santa Bárbara, que se alza sobre un monte en las inmediaciones de Alicante, promete un mirador con vistas panorámicas de toda la ciudad, con el marco del mar Mediterráneo de fondo. Además, la llamada Explanada de España, un excelso paseo marítimo entre palmeras y artesanías locales, es ideal para aquellos que buscan desconectar en Alicante.
A nivel gastronómico, explorar el Mercado Central es obligatorio. Este edificio se ha convertido en un paraíso gastronómico donde los aromas y colores de productos frescos se envuelven en una experiencia sensorial. Tanto los sabores del mar con platos de mariscos y pescados frescos en los restaurantes a lo largo del puerto, como platos emblemáticos de la talla de la paella, son señas de identidad para la ciudad. Asimismo, también se pueden visitar los alrededores de la misma, con el alquiler de coches en el aeropuerto de Alicante, para visitar rincones como Altea o Benidorm. Con todo esto, a lo largo de este artículo vamos a hablar en profundidad de todo lo que ver, que hacer y comer en la ciudad de Alicante.
Casco histórico de Alicante
El casco histórico de Alicante es una de las paradas obligatorias que hacer en este ciudad de la Comunidad Valenciana, paseando por su complejo y particular conjunto de calles empedradas. Este centro histórico, conocido como el Barrio de Santa Cruz, es un tesoro lleno de encanto y carácter que transporta a los visitantes a través de los siglos. Sus calles estrechas están salpicadas de casas coloridas y balcones floridos, creando un ambiente pintoresco y acogedor, con claros ejemplos de la arquitectura tradicional, y, diferentes tiendas artesanales para comprar productos típicos.
A lo largo del casco histórico se pueden ver diferentes monumentos y atracciones turísticas como la Iglesia de Santa María, un magnífico ejemplo de arquitectura barroca que se alza en el corazón del barrio. El Mercado Central es otro lugar imperdible, donde se fusionan los aromas y colores de productos frescos y locales. La Concatedral de San Nicolás, con sus altos techos o el Ayuntamiento de Alicante son otros lugares a tener en cuenta para ver en este casco histórico.
El castillo de Santa Bárbara
El castillo de Santa Bárbara es una imponente fortaleza que se alza majestuosamente sobre el monte Benacantil en las proximidades de la ciudad de Alicante, convirtiéndose en un símbolo icónico de la ciudad por sus excelsas vistas panorámicas. Su presencia imponente domina el horizonte y ofrece una vista espectacular de la costa mediterránea y del casco histórico de Alicante. Este castillo milenario ha sido testigo de la historia y las transformaciones a lo largo de los siglos, teniendo sus orígenes en la época romana, y, sufriendo numerosas modificaciones con el paso de los siglos.
La experiencia de visitar el Castillo de Santa Bárbara es tanto histórica como visual, ya que, los visitantes pueden explorar sus murallas, torres y pasadizos, sumergiéndose en la historia y la arquitectura de las distintas épocas. La subida al castillo, una ruta empinada y escénica, ofrece una manera emocionante de acceder a la fortaleza. Desde lo alto, las vistas panorámicas son sencillamente espectaculares. Las fotografías desde este mirador natural son impresionantes en cualquier momento del día, siendo un lugar perfecto para ver el anochecer.
Excursiones por la provincia de Alicante
La provincia de Alicante ofrece una diversidad de excursiones ideales para todos aquellos que buscan experiencias innovadoras. Desde playas de ensueño hasta encantadores pueblos históricos y parajes naturales, las opciones son diversas. En este sentido, como hemos comentado al principio del artículo, alquilar un coche en Alicante con Rentaholiday en el aeropuerto mejora la movilidad durante el viaje. Esta empresa ofrece kilometraje ilimitado durante el alquiler, cobertura total, y, lo más importante, no requiere de fianza o prepago. Además, permite añadir un conductor adicional de forma gratuita, logrando de esta manera que el viaje sea más cómodo.
- Playas y costa: La provincia de Alicante es conocida por sus playas de aguas cristalinas y arenas doradas. Desde la famosa playa de San Juan hasta calas más tranquilas como la cala del Moraig en Benitachell, hay opciones para todos. Además, la playa de la Granadella en Jávea ha sido catalogada como una de las más hermosas de España.
- Casco histórico de Altea: Este pintoresco pueblo costero es famoso por su casco antiguo con calles empedradas y casas blancas. Explorar la iglesia de nuestra señora del Consuelo, con su característico domo de azulejos azules, y, disfrutar de las vistas panorámicas desde el mirador cronistas de España es indispensable.
- Elche y sus palmerales: Elche es una localidad alicantina famosa por sus palmerales, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En este sentido, visitar el huerto del cura, un jardín de palmeras datileras, y, explorar el centro histórico de la ciudad, se vuelven tareas perfectas.
- Parque Natural de la Sierra de Mariola: Los amantes del senderismo y la naturaleza pueden viajar hasta el conocido Parque Natural de la Sierra de Mariola. Este parque ofrece rutas entre montañas, cascadas y bosques, con el pico del Montcabrer como colofón, uno de los puntos más altos y ofrece vistas impresionantes.
- Las islas Baleares: Una de las opciones posibles pasa por tomar un ferry o un vuelo a las islas Baleares, pudiendo disfrutar de unos días en Mallorca. En este caso, se recomienda el alquiler de coches en el aeropuerto de Palma de Mallorca, logrando de esta manera un transporte cómodo para ver toda la isla
- Isla de Tabarca: Otra opción más cercana consiste en tomar un ferry desde Alicante y explorar esta la particular isla de Tabarca. Este paraíso natural está formado por playas de aguas turquesas, historia marinera y un ambiente encantador.
- Benidorm: Benidorm, conocido como el «rascacielos del Mediterráneo», es un icónico destino turístico en la provincia de Alicante que atrae a visitantes de todo el mundo. Esta vibrante ciudad costera ofrece una mezcla única de playas espectaculares, entretenimiento diverso y una vida nocturna animada.
Qué comer en Alicante
La gastronomía de Alicante es un deleite para los sentidos, fusionando sabores mediterráneos con toques tradicionales. Al visitar esta ciudad costera, se debe tener un plato en la cabeza, un plato indispensable que comer durante el viaje, la paella. La paella, un arroz fragante y sabroso combinado con distintos elementos, es uno de los platos tradicionales más importantes del territorio español, y, precisamente la Comunidad Valenciana es su lugar de procedencia.
Por otro lado, los arroces son una constante en la mesa alicantina, desde la «arroz a banda» hasta el «arroz con costra», todos elaborados con maestría local. Los pescados y mariscos son protagonistas en multitud de platos, pudiendo degustarlos en la gran variedad de restaurantes de la ciudad. Finalmente, los «turrones» son una especialidad alicantina que no puede olvidarse, especialmente durante las festividades navideñas. Tanto el turrón de Jijona, suave y almendrado, como el turrón de Alicante, lleno de almendras enteras y caramelo, son delicias que capturan el espíritu culinario de la región.