Conocida como la «Atenas de Serbia» debido a su rica vida cultural y educativa, Novi Sad busca darle a todos sus visitantes una experiencia vibrante; especialmente para los amantes de la historia y a los entusiastas de la modernidad. En esta ciudad, que de hecho es la segunda más grande del país, uno de los sitios más emblemáticos de Novi Sad es la Fortaleza de Petrovaradin, una impresionante construcción del siglo XVIII que se alza majestuosamente sobre el Danubio.

Además, en el corazón de la ciudad, el Museo de Vojvodina y la Sinagoga de Novi Sad se destacan por su impresionante arquitectura y su importancia histórica. Por su parte, la gastronomía de Novi Sad no tiene nada que envidiarle a ninguna de las regiones vecinas, aquí podrás degustar platos tradicionales serbios como el čvarci (chicharrones), la pasulj (sopa de frijoles) o el gibanica (pastel de queso). Así pues, conozcamos a fondo que ver, que hacer y comer en Novi Sad.

Parque Dunavski

El Parque Dunavski es sin duda uno de los puntos más queridos por lugareños y visitantes en Novi Sad. Su creación se remonta al año 1895, y desde entonces, el Parque Dunavski ha evolucionado para convertirse en un refugio tranquilo y hermoso en medio del bullicio de la ciudad. Limitado por calles emblemáticas como Dunavska, Ive Lole Ribara y Bulevar Mihajla Pupina, el parque es un punto de encuentro para diversas actividades.

Uno de los aspectos más destacados del Parque Dunavski es su lago, conocido como Jezero, que anteriormente era parte de un pantano. Este lago ahora es hogar de patos y otras aves acuáticas, creando un ambiente sereno y pintoresco. Además, el parque está adornado con más de 600 árboles individuales y 7,000 plantas decorativas, lo que lo convierte en un oasis verde dentro de la ciudad. También alberga varias esculturas, como la famosa Ninfa y monumentos a figuras históricas y culturales importantes.

Fortaleza de Petrovaradin

La Fortaleza de Petrovaradin en Novi Sad es una obra maestra arquitectónica y un monumento histórico construido entre 1692 y 1780 según los planes del renombrado arquitecto francés Vauban. Esta fortaleza fue la mayor fortificación de Europa en el siglo XVII y la más importante del Imperio austrohúngaro en los Balcanes. Con una extensión de 112 hectáreas, la Fortaleza de Petrovaradin presenta un sistema único de galerías subterráneas que se extienden por 16 kilómetros de longitud.

El diseño de la fortaleza incluye cinco puertas de acceso, 12,000 aspilleras y emplazamientos para 400 cañones de campaña. Además, la fortaleza contiene un reloj de campanario icónico cuya aguja horaria es más larga que el minutero, un detalle único que lo hace reconocible desde lejos para los barqueros del río Danubio. En la actualidad, la fortaleza también es famosa por albergar el festival de música EXIT, uno de los mayores festivales de música de Europa que se celebra anualmente desde 2001.

Sinagoga de Novi Sad

Construida entre 1905 y 1909 bajo el diseño del arquitecto húngaro Baumhorn Lipót, la Sinagoga de Novi Sad es parte de un complejo arquitectónico que incluye dos edificios adicionales: una escuela judía y oficinas comunitarias. Ha sido testigo de momentos cruciales en la historia, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial. Antes del conflicto, más de 4,000 judíos vivían en Novi Sad, pero la invasión alemana y la anexión de la región por parte de Hungría tuvieron un impacto devastador. Solo alrededor de 1,000 judíos sobrevivieron al Holocausto, y muchos de ellos emigraron a Israel después de la guerra.

Hoy en día, la sinagoga no se utiliza para ceremonias religiosas, pero se ha convertido en un espacio cultural vibrante donde se celebran conciertos, eventos culturales y exposiciones. A pesar de los desafíos históricos, la sinagoga sigue siendo un símbolo de la rica herencia judía en Novi Sad y está protegida como parte del patrimonio cultural de Serbia desde 1991.

Museo de Vojvodina

Por medio de su impresionante colección, el Museo de Vojvodina se ha convertido en un destino imperdible para los amantes del arte y la historia. Ubicado en Dunavska 35, el museo tiene una exposición permanente que abarca desde la antigüedad hasta finales del siglo XIX. Además, muy cerca de ahí, en Dunavska 37, se encuentra otra parte de la exposición dedicada al período que abarca hasta la Segunda Guerra Mundial.

Con alrededor de 400,000 objetos en sus colecciones, el museo cuenta con una impresionante selección de pinturas que incluyen obras de renombrados artistas como París Bordone, Carlo Caliari, Peter Paul Rubens, Rembrandt, y muchos otros. Con sucursales adicionales en Čelarevo y Bačské Jarak, el museo se destaca como una institución cultural integral que preserva y promueve el patrimonio de Vojvodina para las generaciones presentes y futuras.

En las cercanías de Novi Sad

Hablando de puntos de interés en las cercanías de Novi Sad, debemos mencionar primero a Sremski Karlovci, una pequeña ciudad con un gran patrimonio cultural y arquitectónico. Aquí, los visitantes pueden admirar la Catedral de San Nicolás, la Capilla de la Paz y la Plaza de la Trinidad, entre otros lugares históricos. Otro destino cercano a Novi Sad que vale la pena explorar es la ciudad de Novi Bečej, situada a orillas del río Tisa. Aquí podrás visitar el Parque Memorial en la Isla de la Libertad, un lugar dedicado a conmemorar la resistencia y la lucha durante la Segunda Guerra Mundial.

Para los amantes de la naturaleza, el Parque Nacional de Fruska Gora cuenta con colinas verdes, monasterios ortodoxos serbios y numerosos senderos para practicar senderismo y ciclismo. Y finalmente, la ciudad de Subotica, que presume de su arquitectura de estilo secesionista y sus vibrantes mercados y plazas. La Gran Sinagoga de Subotica y el Palacio Raichle son solo algunos de los puntos destacados arquitectónicos que ofrece esta ciudad.

Qué comer en Novi Sad

En Novi Sad, la escena culinaria es tan diversa como fascinante, ofreciendo una amplia variedad de platos deliciosos que reflejan la tradición Europea. Una de las comidas más deliciosas en Novi Sad es el paprikaš de pescado, un guiso tradicional que combina pescado fresco con una deliciosa salsa de pimentón, cebolla, tomate y especias. El resultado es un plato sabroso y reconfortante que se sirve caliente y acompañado de pan fresco.

Otra opción es el prebranac, también conocido como estofado de judías blancas; este combina judías cocidas con cebolla, ajo, pimiento rojo y especias. Además, se sirve como guarnición o como plato principal, por lo que puede servir de acompañante si quedas con hambre. Finalmente, tenemos el karađorđeva snicla, el cual consiste en filetes de ternera rellenos de queso y jamón, empanados y luego fritos hasta que estén dorados y crujientes por fuera y tiernos por dentro. Se sirve con una generosa porción de puré de patatas y es una opción imperdible en los menús serbios.