Ubicada en la confluencia de dos ríos, el Danubio y el Sava, Belgrado ofrece una experiencia turística incomparable. La ciudad está impregnada de historia, evidente en sus monumentos y sitios arquitectónicos. Uno de los lugares más emblemáticos es la Fortaleza de Belgrado (Kalemegdan), una impresionante estructura que data del siglo III a.C. y ofrece vistas panorámicas espectaculares de la ciudad y los ríos que la rodean. El Templo de San Sava y la Calle del Príncipe Miguel son solo algunas de las joyas arquitectónicas que muestran la rica herencia cultural de Belgrado.
Con respecto a la comida, los platos tradicionales de Belgrado son muy destacables; el cevapi, pequeñas salchichas de carne asadas y servidas con pan, ajvar y cebolla; el sarma, hojas de parra o repollo rellenas de carne y arroz; y el burek, un pastel de hojaldre relleno de carne, queso o espinacas. Dicho todo esto, pasemos a conocer en profundidad todo lo que ver, que hacer y comer en Belgrado, capital de Serbia.
Kalemegdan
La Fortaleza de Belgrado, ubicada en la confluencia de los ríos Sava y Danubio, data de tiempos inmemoriales y se divide en la antigua ciudadela y el Parque Kalemegdan. La ciudadela abarca la Ciudad Alta y Baja, mientras que Kalemegdan se divide en las áreas Grande y Pequeño. Kalemegdan es el parque más querido por los residentes de Belgrado y un imán para turistas. Sus senderos serpenteantes, bancos sombreados, fuentes y estatuas lo convierten en un oasis urbano perfecto. Las vistas panorámicas desde la torre del reloj (Sahat kula) y la histórica puerta de Zindan son especialmente populares.
También es un centro cultural con numerosos monumentos, bustos conmemorativos y excavaciones arqueológicas. Entre ellos, destacan el Monumento a Pobednik y la estatua de Despot Stefan Lazarević. Además, el parque cuenta con restaurantes, cafeterías, museos como el Museo Militar y la Torre Nebojša, así como el Zoológico de Belgrado. Declarada Monumento Cultural de Excepcional Importancia en 1979, la fortaleza es una visita obligada que combina historia, cultura y naturaleza.
Templo de San Sava de Belgrado
El Templo de San Sava es un significativo símbolo de la fe ortodoxa y un destino turístico de gran relevancia. Situado en el municipio de Vračar, este templo se erige sobre el lugar donde los restos de San Sava fueron incinerados por los otomanos en 1595. San Sava, una figura fundamental en la historia medieval serbia y fundador de la Iglesia Ortodoxa Serbia, es homenajeado a través de esta majestuosa estructura. La construcción del templo comenzó en 1935 y, aunque aún no está completamente terminado, sigue siendo una maravilla arquitectónica.
Con una altura total de 82 metros, incluyendo su cruz dorada, el templo domina el paisaje urbano de Belgrado y es visible desde múltiples puntos de la ciudad. La cúpula central, que alcanza los 70 metros de altura, está adornada con un impresionante mosaico de Cristo Pantocrátor. El templo tiene una capacidad para albergar a 10,000 personas, lo que lo convierte en uno de los templos ortodoxos más grandes del mundo. Su interior, aún en proceso de decoración con mosaicos, promete ser tan espectacular como su exterior de mármol blanco y granito.
Museo Nikola Tesla
El Museo Nikola Tesla se trata de un homenaje al genio del científico serbio Nikola Tesla. Tiene en su exhibición más de 160,000 documentos originales y 2,000 libros y diarios, brindando una visión profunda de la vida y las contribuciones de Tesla. Además, cuenta con una impresionante colección de 1,200 piezas técnicas históricas y 1,500 fotografías y placas fotográficas que documentan sus numerosos inventos e instrumentos originales.
Desde su apertura en 1955, la exhibición permanente del museo se ha mantenido con ciertas modificaciones, dividiéndose en dos secciones principales. Por un lado, una exhibición conmemorativa que presenta objetos personales y logros de Tesla; por el otro, una exhibición interactiva que incluye modelos en 3D de sus invenciones, permitiendo a los visitantes explorar el impacto de sus descubrimientos de una manera dinámica. Además, reciente proyecto de reconstrucción, que comenzó en 2006, ha mejorado significativamente las instalaciones del museo, incluyendo un jardín en el techo convertido en una sala de computadoras.
Casa de las Flores
Ubicada en los terrenos del Museo de Historia Yugoslava en Dedinje, Belgrado, la Casa de las Flores es el mausoleo donde descansan Josip Broz Tito, el presidente de la antigua Yugoslavia, y su esposa Jovanka Broz. Construida en 1975 como un jardín de invierno y espacio de trabajo para Tito, fue diseñada por el arquitecto Stjepan Kralj. El nombre proviene de las numerosas flores que rodeaban la tumba, aunque hoy en día solo quedan rocas blancas.
Este edificio de 902 metros cuadrados consta de tres partes: una sección central con un jardín de flores, y dos amplios pasillos laterales. Desde la terraza descubierta, los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas de Belgrado. Tito, por su propio deseo, fue enterrado aquí en mayo de 1980, seguido por su esposa en 2013. Las exposiciones permanentes de la Casa de las Flores incluyen relevos de la Juventud y otros materiales relacionados con las celebraciones del Día de la Juventud del 25 de mayo, una fecha significativa en la Yugoslavia socialista. Además, se exhiben mensajes y obsequios que Tito recibió, así como fotografías y programas de mítines.
Calle del Príncipe Miguel
La Calle Knez Mihailova, también conocida como Calle del Príncipe Miguel, es la principal calle peatonal de Belgrado. Protegida como uno de los monumentos más antiguos y valiosos de la ciudad, su nombre honra a Miguel III Obrenović, príncipe de Serbia. La calle, que sigue el antiguo plano de la ciudad romana de Singidunum, alberga numerosos edificios y mansiones imponentes construidos a finales del siglo XIX.
Entre los edificios más destacados se encuentra el Srpska Kruna Hotel, construido en 1869, que hoy alberga la Biblioteca de la Ciudad de Belgrado. Otro es la Casa de Marko Stojanović, que actualmente es la Galería de la Academia de Bellas Artes. En la actualidad Knez Mihailova es un animado punto de encuentro para los belgradenses y se considera una de las zonas peatonales más encantadoras de Europa del Este. Miles de personas pasean por la calle diariamente, disfrutando de tiendas de renombradas marcas internacionales, cafés y restaurantes.
Cerca de Belgrado
Entre los lugares más interesantes para visitar cerca de Belgrado está por ejemplo Sremski Karlovci, una pintoresca ciudad conocida por su arquitectura barroca y sus viñedos. Aquí, los visitantes pueden explorar la Catedral de San Nicolás, el Museo del Vino y disfrutar de degustaciones en bodegas locales. Otra joya cercana es Novi Sad, la capital de la provincia de Voivodina, y que alberga el famoso festival EXIT en la Fortaleza de Petrovaradin.
A unos 80 kilómetros al sureste de Belgrado, el Monasterio de Manasija es una impresionante fortaleza-monasterio medieval. Conocido por sus murallas robustas y frescos bizantinos, es un testimonio del rico patrimonio religioso de Serbia. Finalmente, Viminacium, un sitio arqueológico romano a unos 90 kilómetros de Belgrado, permite a los turistas explorar antiguas ruinas y aprender sobre la historia romana en Serbia.
Qué comer en Belgrado
Cuando visites Belgrado, prepárate para una experiencia culinaria que celebra la una herencia culinaria que se remonta a lo largo de varios siglos, y que aun a día de hoy mantiene su delicioso sabor. Uno de los platos más icónicos es el ćevapi, pequeños rollos de carne picada a la parrilla que se sirven típicamente con cebolla, kajmak (un tipo de crema agria) y pan plano llamado lepinja. Este platillo es un favorito en las parrillas y restaurantes de toda la ciudad.
Otro manjar imperdible es el sarma, un plato reconfortante que consiste en hojas de col rellenas de una mezcla de carne picada y arroz, cocidas lentamente en una salsa de tomate. Es especialmente popular durante el invierno y en celebraciones familiares. Para los amantes de los guisos, el pasulj es una excelente opción. Este guiso de frijoles, cocido con carne de cerdo ahumada, es una delicia robusta y llena de sabor que refleja la tradición campesina serbia.