Sumergirse en la encantadora ciudad de Quebec, ubicada en la provincia homónima de Canadá, es un tesoro histórico y cultural que ofrece una mezcla única de arquitectura antigua, belleza natural y una rica herencia francófona. El casco antiguo de Quebec, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un laberinto de calles adoquinadas, edificios de piedra y encanto colonial. Entre sus tesoros se encuentra el icónico Château Frontenac, un majestuoso hotel que domina el paisaje y ofrece vistas panorámicas del río San Lorenzo.

La ciudad alta y la ciudad baja están conectadas por el funicular, brindando una experiencia escénica única, en el que lugares como Quartier Petit Champlain se ofrecen como vibrantes espacios donde los visitantes pueden disfrutar de artistas callejeros y eventos culturales. En cuanto a la gastronomía de Quebec, esta es una fusión de influencias francesas y locales, conocida por su exquisitez. Los platos clásicos incluyen la poutine, una mezcla de papas fritas crujientes, queso y gravy; y la tourtière, una deliciosa tarta de carne.

Además, Quebec es famosa por su festival de invierno, el Carnaval de Quebec, que celebra la temporada con desfiles, actividades al aire libre y esculturas de hielo impresionantes. Mientras que los amantes de la naturaleza pueden explorar las Llanuras de Abraham, repleta de senderos y actividades al aire libre. Con todo esto en mente, a lo largo de este artículo te presentaremos todas las cosas que ver, que hacer y comer en Quebec.

Château Frontenac

El icónico Château Frontenac es un hotel histórico que, con su arquitectura imponente y su ubicación privilegiada en el casco antiguo, se ha convertido en uno de los destinos turísticos más destacados de la región. Construido en 1893, el Château Frontenac es famoso por su estilo arquitectónico château, que evoca la estética de los castillos franceses, además de ser un refugio de lujo para los viajeros, también es un punto de referencia visual desde prácticamente cualquier punto de la ciudad.

El interior del hotel mantiene su aire de elegancia clásica, con pasillos adornados con detalles históricos y obras de arte, en el que los huéspedes pueden disfrutar de habitaciones lujosas, restaurantes galardonados y un spa de primera clase. Una experiencia imperdible es tomar un té en el Salón de Té, con sus vistas panorámicas del río San Lorenzo y el casco antiguo. Incluso si no te alojas en el hotel, explorar su exterior y sus alrededores te transportará a otra época y te brindará oportunidades increíbles para tomar fotos.

Ciudadela de Quebec

La Ciudadela de Quebec, una joya histórica y un Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, se alza como un testamento imponente de la historia militar de Canadá. Este imponente sistema de fortificaciones, construido a lo largo de más de dos siglos, abraza el casco antiguo de Quebec con sus altos muros, bastiones y puertas monumentales. Dentro de sus murallas, los visitantes pueden explorar un laberinto de calles empedradas, edificios históricos y plazas encantadoras.

La emblemática Puerta San Luis es la entrada principal, mientras que el Bastión de la Reina ofrece vistas panorámicas del río San Lorenzo y la ciudad. La Ciudadela alberga también el cuartel general del famoso Regimiento de los Royal 22e Régiment, el único regimiento de infantería francófono en las fuerzas armadas canadienses, donde los soldados vestidos de uniforme escarlata y azul añaden un toque distintivo al lugar. Además, el Museo Real 22, ubicado en el interior de la Ciudadela, ofrece una visión detallada de la historia militar y la vida en el regimiento.

Llanuras de Abraham

Las Llanuras de Abraham es un vasto parque conmemorativo, testigo de uno de los momentos cruciales en la historia de Canadá: la batalla de las Llanuras de Abraham en 1759, donde británicos y franceses lucharon por el control de la región. Hoy en día, las Llanuras de Abraham son un remanso de paz y belleza, que ofrece sus extensos campos verdes para pasear, hacer un pícnic y disfrutar de las impresionantes vistas del río San Lorenzo y el casco antiguo de Quebec.

Además, el parque alberga varios sitios históricos y culturales, como el Museo de las Llanuras de Abraham, que narra los eventos de la batalla y la historia de la ciudad. El monumento conmemorativo y el Observatorio de la Torre Martello ofrecen panorámicas únicas de la ciudad y el paisaje circundante. Las Llanuras de Abraham son un oasis de tranquilidad en medio de la ciudad, un lugar donde la historia y la naturaleza convergen para ofrecer una experiencia enriquecedora.

Quartier Petit Champlain

La Quartier Petit Champlain es un rincón pintoresco que transporta a los visitantes a una época pasada con sus calles empedradas, edificios históricos y tiendas acogedoras. Las fachadas coloridas de las tiendas y las boutiques de artesanía local crean un ambiente único y acogedor, en el cual los visitantes pueden explorar una variedad de tiendas que ofrecen desde productos de arte hasta moda y souvenirs auténticos.

Además de las compras, los cafés y restaurantes con terrazas al aire libre invitan a los viajeros a relajarse y disfrutar de la atmósfera animada. En invierno, las luces y decoraciones navideñas hacen que la Quartier Petit Champlain se convierta en un escenario de cuento de hadas. Por último, pero no menos importante, la estatua de Samuel de Champlain, fundador de Quebec, es un punto icónico y muy atractivo para tomar fotografías.

Cascadas de Montmorency

Las Cascadas de Montmorency, ubicadas a pocos kilómetros de la ciudad de Quebec, son una impresionante maravilla natural que cautiva a los visitantes con una altura de 83 metros, una altura incluso mayor a las de las famosas Cataratas del Niágara. El Parque de Montmorency ofrece múltiples maneras de disfrutar de las cascadas, por ejemplo recorrer senderos que llevan a diferentes miradores estratégicamente ubicados para apreciar la majestuosidad de las cascadas desde diferentes ángulos. También dispone de un teleférico que cruza el río, permite a los viajeros tener una vista panorámica increíble desde lo alto.

En invierno, las cascadas se transforman en un escenario mágico congelado, perfecto para practicar el senderismo invernal o el patinaje sobre hielo en el estanque cercano. El puente colgante que cruza las cascadas ofrece una experiencia emocionante, permitiendo a los visitantes estar casi cara a cara con la cascada y sentir la fuerza de sus aguas. Además, el área cuenta con áreas de picnic, restaurantes y una tienda de regalos para que los turistas puedan disfrutar de su tiempo en el lugar. Las cascadas son lugares espectaculares y muy populares, existiendo los clásicos puzzles de cascadas para sus fanáticos.

Qué comer en Quebec

La ciudad de Quebec no solo es famosa por su encanto histórico y sus impresionantes paisajes, sino también por su deliciosa oferta gastronómica que combina lo mejor de la cocina francesa y norteamericana. Si eres amante de la comida reconfortante, no puedes dejar de probar la poutine, un plato emblemático de Quebec que consiste en papas fritas cubiertas con queso encurtido y salsa de carne. También encontrarás croissants y baguettes recién horneadas en las panaderías locales, acompañados de mermeladas y quesos artesanales.

Los amantes de la gastronomía gourmet pueden disfrutar de una cena refinada en los restaurantes de la ciudad que ofrecen platos de alta calidad con influencias francesas, como son el foie gras, la tourtière, los quesos locales y los platos de caza, muy populares en la región. Para los amantes de los dulces, el famoso sirope de arce en todas sus presentaciones, desde panqueques hasta helados, son un placer irresistible. Sumado a esto, las creperías ofrecen una amplia variedad de crepes dulces y salados que seguramente te harán agua la boca.