En la costa suroeste de Irlanda se encuentra una urbe llamada Cork, que podría definirse a sí misma como «culinaria». Aquí, las antiguas murallas, coloridos pubs y una gastronomía que deleita todos los sentidos han logrado fusionarse para llamar la atención de propios y extraños. Uno de los puntos destacados de Cork es su centro histórico, donde el magnífico Castillo de Blackrock se alza majestuoso sobre el río Lee. Cerca de allí, la Catedral de San Finbar impresiona con su arquitectura gótica y sus vistas panorámicas desde la torre.
Otro sitio emblemático es el Mercado Inglés, una sección cubierta que data del siglo XVIII y es un festín para los amantes de la gastronomía, con sus productos frescos y locales. Y hablando de su gastronomía, Cork es conocida por sus pubs tradicionales que sirven platos típicos como el estofado irlandés con la sazón que solo un lugareño podría darle, acompañados de una pinta de cerveza Guinness. Así pues, veamos que ver, que hacer y comer en Cork, Irlanda.
Piedra de la Elocuencia
La Piedra de la Elocuencia, o la famosa Blarney Stone, es una reliquia legendaria que atrae a viajeros de todo el mundo hasta lo alto del castillo de Blarney, cerca de Cork, Irlanda. Según la fascinante historia que rodea a esta piedra, besarla por debajo otorga el don de la elocuencia, una habilidad que muchos anhelan. Incrustada en la torre en 1446, se dice que la piedra es un fragmento de la legendaria Piedra de Scone, un obsequio de Roberto I de Escocia en agradecimiento por la ayuda en la Batalla de Bannockburn.
Las historias sobre el origen de la piedra son igualmente cautivadoras, desde ser la almohada de Jacob hasta una reliquia traída por los profetas y santos de la antigüedad. Estas narrativas míticas agregan un aire de misterio y encanto a la experiencia de visitar el castillo de Blarney. Incluso un fragmento de la piedra se exhibe en el Instituto Tecnológico de Texas en Lubbock desde 1939, un símbolo que conecta dos continentes a través de una historia milenaria.
Castillo de Blarney

El Castillo de Blarney, una fortaleza medieval de encanto indescriptible, fue fundado en los albores del siglo XIII y como tal, ha sido testigo de la historia tumultuosa de la región, desde su destrucción en 1446 hasta su reconstrucción posterior por Dermot McCarthy, rey de Desmond. La estructura actual del castillo, aunque parcialmente destruida, conserva su imponente torre del homenaje y algunas estancias que transportan a los visitantes a tiempos pasados de caballeros y nobles. Sin embargo, la verdadera joya de Blarney Castle se encuentra en su cúspide: la famosa Piedra de la Elocuencia, que como mencionamos anteriormente, se dice que otorga el don de la palabra persuasiva.
Los alrededores del castillo no se quedan atrás, pintorescos jardines albergan tesoros como el Druid’s Circle, la Cueva de la Bruja y las Escaleras de los Deseos, cada uno con su propia historia y encanto. Además, en las proximidades se encuentra la Blarney House, una mansión de estilo señorial escocés que data del siglo XV y que ha sido residencia de la familia Colthurst durante generaciones.
Mercado Inglés
El Mercado Inglés de Cork que ha sido el corazón palpitante de la ciudad desde su apertura en 1788. Este mercado, uno de los más antiguos y mejor cubiertos de Europa, ha resistido innumerables desafíos a lo largo de los años, desde hambrunas hasta incendios, para convertirse en una parte esencial del tejido comercial y cultural de Cork. Su importancia va más allá de lo comercial, ya que el edificio en sí es una joya arquitectónica apreciada como patrimonio y atracción turística. El mercado es famoso por su enfoque en productos locales frescos, que reflejan la rica cultura gastronómica de Cork.
Pero lo que hace que el Mercado Inglés sea realmente especial es su ambiente único y auténtico. Los vendedores son en su mayoría productores locales o minoristas independientes, muchos de los cuales llevan generaciones trabajando en el mercado. El servicio al cliente es personal y cercano, con un tradicional servicio de venta en el mostrador que crea una experiencia de compra que es díficil de conseguir hoy en día.
Catedral de San Finbar

La majestuosa Catedral de San Finbar tiene raíces que se remontan al siglo VII, siendo un lugar de culto venerado desde tiempos antiguos. Sus tres característicos chapiteles son símbolos emblemáticos del condado de Cork. De la misma manera son tres los obispados que guarda en su interior la Catedral de San Finbar, siendo estos Cork, Cloyne y New Ross. La historia tumultuosa de la catedral incluye daños y fuego durante el asedio a Cork en 1689/1690, así como reconstrucciones y renovaciones a lo largo de los siglos.
La estructura de estilo neogótico que vemos en la actualidad fue diseñada por el arquitecto William Burges en el siglo XIX, donde uno de los elementos más fascinantes es el ángel de cobre y papel de oro donado por Burges, colocado en el pináculo del santuario. La leyenda local sugiere que si el ángel cae del tejado, significaría el fin del mundo tal y como lo conocemos.
Castillo de Blackrock

Originalmente construido en el siglo XVI como una fortificación defensiva costera para salvaguardar los puertos de Cork, hoy en día el Castillo de Blackrock se ha transformado en un innovador centro de investigación y divulgación científica. Tras una remodelación en la primera década del 2000, el castillo abrió sus puertas como parte del proyecto «Cosmos en el Castillo», una colaboración entre el Ayuntamiento de Cork, el Instituto de Tecnología de Cork y un benefactor privado.
Este proyecto visionario dio vida al «Centro de Astronomía Interactivo», donde los visitantes pueden disfrutar de un emocionante «recorrido por el universo» y explorar un radiotelescopio que envía mensajes al espacio en colaboración con grupos escolares. De hecho, además de sus exhibiciones fascinantes, el castillo alberga laboratorios donde investigadores astronómicos del Instituto de Tecnología de Cork realizan investigaciones punteras.
A corta distancia de Cork

A corta distancia de Cork, ino de los destinos más populares es el pueblo costero de Kinsale, en el que los turistas pueden pasear por un bellísimo puerto, visitar el Fuerte de Charles Fort o deleitarse con mariscos frescos en los restaurantes locales. Asimismo, a poca distancia se encuentra Cobh, conocida por ser el último puerto de escala del Titanic antes de su fatídico y último viaje. Los viajeros pueden visitar el Museo del Titanic y descubrir la historia marítima de la ciudad, siempre desde el respeto.
Para quienes buscan naturaleza y paisajes impresionantes, el Parque Nacional de Killarney es una opción ideal. Con lagos cristalinos, bosques frondosos y montañas imponentes, este parque invita a los visitantes a explorar senderos, hacer paseos en barco por el lago y disfrutar de la belleza natural de Irlanda. Por último, la Ruta Costera del Atlántico ofrece una experiencia escénica incomparable, con acantilados impresionantes, playas vírgenes y pueblos a lo largo del camino. Lugares como los Acantilados de Moher y la Península de Beara son paradas imperdibles en esta ruta que muestra lo mejor de la costa oeste de Irlanda.
Qué comer en Cork
Cork, la capital culinaria de Irlanda, ofrece una deliciosa variedad de platos tradicionales que deleitan los paladares más exigentes. Una delicia local muy popular es el «Boxty», una especie de tortita de patata que se puede disfrutar en muchas formas: frita, asada o rellena. Otro plato emblemático que no se queda atras es el «Colcannon», una mezcla de puré de papas y col o col rizada, sazonado con cebollas y mantequilla.
Si eres amante de los postres, no puedes dejar de probar el «Barmbrack», un pan de frutas tradicionalmente servido durante Halloween. Este pan esponjoso y lleno de sabor se elabora con frutas secas y está lleno de especias que lo hacen irresistible. Por último, no olvides probar el «Irish Coffee», una clásica opción que mezcla perfectamente un café fuerte, whisky irlandés, azúcar y crema batida.
