Coroico, un rincón mágico en Bolivia, se encuentra anidado en las laderas de los Andes, ofreciendo a los viajeros una combinación única de encanto colonial, paisajes naturales exuberantes y una rica herencia cultural. Rodeado de impresionantes montañas y valles verdes, Coroico ofrece una amplia gama de actividades al aire libre, como caminatas por senderos escénicos, paseos en bicicleta de montaña y emocionantes recorridos por la selva tropical.

El Parque «Vive Coroico» y el Camino de la Muerte son atracciones imperdibles para los amantes de los espacios al aire libre, o aquellos que buscan emociones fuertes en los caminos de la naturaleza. La cultura local también se destaca en Coroico, pues los viajeros tienen la posibilidad de explorar la arquitectura colonial en el centro histórico, donde la Catedral San Pedro y San Pablo de Coroico y la antigua Alcaldía de Coroico muestran la historia y la artesanía local.

Hablando de gastronomía, Coroico ofrece una deliciosa gama de platos típicos de Bolivia; desde la sazón de la comida callejera, como las empanadas rellenas de queso y las salteñas, hasta los platos tradicionales como el salteado de lomo, un guiso de carne con papas y vegetales, y el picante de pollo, un estofado condimentado con especias locales. Con esto en mente, conozcamos todo lo relacionado con que ver, que hacer y comer en Coroico, Bolivia.

Plaza Principal de Coroico

La Plaza Principal de Coroico, rodeada de árboles frondosos y edificios coloniales, es un punto de encuentro icónico para locales y visitantes. Su atmósfera relajada invita a pasear entre sus bancos sombreados y a disfrutar del ritmo tranquilo de la vida en las montañas. En el centro de la plaza se alza majestuosa la estatua del prócer boliviano Simón Bolívar, un ícono que rememora la historia patriótica del país.

Desde aquí, se despliegan calles empedradas que conducen a edificaciones de arquitectura colonial, entre las que se destaca la Iglesia de San Pedro y San Pablo, un referente arquitectónico con su fachada blanca y detalles ornamentales. La plaza cobra vida especialmente durante el día, con la actividad de los vendedores locales que exhiben sus productos artesanales y deliciosas delicias gastronómicas en los puestos cercanos. Es común observar a los lugareños y turistas convergiendo en este espacio para descansar, conversar y disfrutar de la serenidad del entorno.

Parque “Vive Coroico”

El Parque «Vive Coroico», rodeado de exuberante vegetación tropical y vistas panorámicas impresionantes, es un terreno extenso que invita a los visitantes a disfrutar de un entorno natural. Está diseñado principalmente para ofrecer una experiencia relajante y divertida para todos, por ejemplo a través de sus senderos bordeados de árboles nativos y jardines bien cuidados, lo cuales permiten a los visitantes conectar con la naturaleza y respirar aire fresco.

Sumado a esto, las áreas de descanso y miradores estratégicamente ubicados ofrecen vistas espectaculares de los valles y montañas circundantes. Es el lugar ideal para admirar los impresionantes atardeceres sobre las montañas, creando un ambiente mágico y tranquilo para desconectar del bullicio urbano. Las actividades recreativas y deportivas son otro atractivo del parque; desde una cafetería en el inicio del recorrido hasta áreas de picnic y zonas de juegos infantiles, ofrece opciones para entretenerse sin necesidad de explorar.

Catedral San Pedro y San Pablo

La Catedral de San Pedro y San Pablo, en Coroico, se ha destacado a lo largo de los años gracias principalmente a su fachada blanca, que contrasta con el cielo azul y atrae la mirada de los visitantes desde lejos. Construida en el siglo XIX, esta iglesia católica conserva gran parte de su arquitectura colonial original, con detalles ornamentales que reflejan la influencia española en la región. El interior de la catedral es igualmente impresionante; sus altos techos abovedados y la decoración barroca crean un ambiente sagrado y solemne.

El altar mayor es un punto focal magnífico, adornado con detalles tallados a mano y retablos dorados que resplandecen con la luz natural. La catedral alberga una colección de arte sacro que data de los primeros días de la colonización, incluyendo pinturas, esculturas y reliquias que narran la historia religiosa y cultural de la región. Además, los lugareños frecuentan la catedral para celebrar ceremonias religiosas y festividades locales, lo que agrega un sentido de comunidad a este lugar histórico.

El Camino de la Muerte

El Camino de la Muerte es una ruta legendaria que serpentea por paisajes impresionantes y desafiantes. Esta vía, anteriormente conocida como una de las carreteras más peligrosas del mundo, ha evolucionado en las últimas décadas para convertirse en un emocionante atractivo turístico para los amantes del ciclismo de montaña y los aventureros intrépidos. La ruta atraviesa una diversidad de paisajes, desde densos bosques hasta acantilados vertiginosos y cascadas rugientes.

Aquí la adrenalina se mezcla con la belleza natural mientras los ciclistas descienden por curvas cerradas y terrenos desafiantes. A lo largo del camino, se encuentran miradores que ofrecen vistas espectaculares de las montañas y valles circundantes. Además de la emoción del ciclismo, los viajeros pueden maravillarse con la exuberante flora y fauna que salpican el paisaje, desde orquídeas coloridas hasta aves exóticas. Aunque conserva su nombre infame, hoy en día, medidas de seguridad y conciencia han mejorado significativamente la ruta. Equipos de guías experimentados y equipos especializados ofrecen excursiones guiadas para garantizar la seguridad de los visitantes.

Qué comer en Coroico

El encantador pueblo de Coroico ofrece una amplia gama de platos que capturan la esencia de la cocina local y reflejan la diversidad cultural de la región. La influencia andina se hace evidente en opciones como el «Pique Macho», un festín de carne, papas fritas, huevo, cebolla y tomate en una mezcla picante, ideal para aquellos que buscan un bocado lleno de sabor y energía. Los «Tamales» son otro tesoro culinario, envueltos en hojas de plátano y rellenos con carne, pollo o cerdo, cocidos al vapor para realzar sus sabores.

El «Majao» es un plato típico que combina arroz, carne de res o cerdo, yuca y plátanos, todo cocido en una olla para crear una deliciosa mezcla de texturas y sabores. No se puede dejar de mencionar la «Sajta de Pollo», una colorida preparación con pollo, papas y una mezcla de especias que le dan un toque único. No obstante, uno de los placeres culinarios más destacados es el chocolate, pues Coroico se enorgullece de sus plantaciones de cacao, y las chocolaterías locales ofrecen exquisitos chocolates artesanales.