Barichara, una joya escondida en las montañas de Colombia, seduce a los viajeros con su encanto colonial, calles adoquinadas y vistas que te transportaran directamente al siglo XVIII. Este pueblo, declarado Patrimonio Nacional de Colombia, se destaca por su arquitectura colonial bien conservada y su ambiente tranquilo, perfecto para escapar del bullicio de la vida moderna. Sus casas de estilo colonial, con fachadas blancas y puertas de madera, dan la bienvenida a los visitantes mientras estos exploran.
Uno de los atractivos principales es el Parque Natural de La Chorrera, un lugar encantador donde convergen la vida local y la tranquilidad; desde allí se pueden disfrutar de vistas impresionantes de la región. Barichara también es un destino ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza, puntos como el Camino Real, un sendero antiguo que conecta esta ciudad con el pueblo vecino de Guane, ofrecen una experiencia única en medio de la naturaleza.
Además, los talleres de artesanos locales ofrecen la oportunidad de apreciar el arte del trabajo en cuero, una habilidad que ha pasado de generación en generación. En cuanto a la gastronomía en Barichara, esta deleita los paladares con platos típicos como la «pepitoria», una sopa de gallina con especias y arepas; el «cabrito», un plato tradicional a base de carne de cabra; y los «bocadillos de guayaba». Así pues, conozcamos todo lo que hay que ver, que hacer y comer en Barichara a través de este artículo.
Parque Natural de La Chorrera
El Parque Natural de La Chorrera, un paraíso natural en las afueras de Barichara, deleita a los aventureros con su inmensa belleza y su cascada espectacular. Este tesoro escondido, con su exuberante vegetación y un sendero que atraviesa bosques, brindando vistas panorámicas del paisaje montañoso y el cañón que se despliega antes de llegar a la impresionante cascada de La Chorrera. Con más de 500 metros de caída, es la cascada más alta de Colombia y un espectáculo impresionante que cautiva con su energía y majestuosidad.
Los visitantes pueden refrescarse en las aguas cristalinas de la cascada y relajarse en medio de este entorno natural único. El Parque Natural de La Chorrera no solo ofrece la oportunidad de admirar esta maravilla natural, sino también de disfrutar de actividades como el senderismo y la fotografía. Los guías locales, conocedores del área, ofrecen información valiosa sobre la flora, fauna y la historia del lugar, enriqueciendo la experiencia de los visitantes.
Mirador Salto del Mico
El Mirador Salto del Mico en Barichara es accesible a través de un sendero escarpado y rodeado de naturaleza exuberante, sin embargo, es uno de los pocos puntos de observación que permite admirar el Cañón del Suárez desde una perspectiva perfecta. Desde la cima, los visitantes se encuentran inmersos en un paisaje cautivador que abarca montañas, valles y la majestuosidad del río Suárez. La energía y el sonido del agua corriendo a lo largo del cañón agregan un toque especial a esta experiencia.
El ascenso hasta el Mirador Salto del Mico es una aventura en sí misma, con un camino que serpentea a través de la naturaleza virgen. A medida que se sube, la vista se va desplegando gradualmente, preparando a los excursionistas para la espectacular vista que les aguarda. Una vez en la cima, la paz y serenidad del entorno invitan a los viajeros a contemplar el paisaje, tomar fotografías y disfrutar de la brisa fresca; un lugar ideal para desconectar, reflexionar y absorber la grandeza natural que lo rodea.
Camino Real Barichara
El Camino Real de Barichara se trata de una antigua ruta empedrada, construida en el siglo XVI por artesanos locales, conecta Barichara con Guane, una caminata de aproximadamente 10 kilómetros que se disfruta por su rica herencia cultural y sus paisajes cautivadores. El sendero serpentea entre paisajes campestres, bordeado por muros de piedra y rodeado de vegetación exuberante. Cada paso sobre sus adoquines centenarios es un viaje en el tiempo, evocando el eco de los antiguos pasos de indígenas, colonos y viajeros que alguna vez recorrieron estas sendas.
Este camino también ofrece oportunidades únicas para absorber la naturaleza virgen, con árboles frondosos, flora diversa y vistas panorámicas de la campiña. Las paredes de piedra que delimitan el camino no solo son testigos del paso del tiempo, sino también un recordatorio de la habilidad artesanal de quienes las erigieron. Esta ruta cuenta con paradas que incluyen el Puente de Santa Helena o el Cañón del Suárez, y una vez completado podrás llegar a Guane, una ciudad con una encantadora comunidad y un excelente patrimonio arquitectónico y cultural.
Puente Grande
Construido en el año 1750, el Puente Grande se erige como un monumento a la destreza artesanal de la región. Sus sólidos pilares y su diseño de piedra resistente lograron aguantar el paso del tiempo y preservan la esencia histórica de la ciudad. Los visitantes quedan maravillados por su estructura de piedra bien conservada y su envergadura que se proyectaba hace mucho tiempo sobre las aguas cristalinas del río que fluía por debajo.
El Puente Grande no solo es un hito arquitectónico, sino también una muestra de la historia de la ciudad. Gracias a su reformación por parte del alemán Geo Von Lenguerke en 1870, Barichara se vio beneficiada al facilitar su comunicación con los pueblos vecinos, creando de esa forma rutas comerciales mucho más eficientes. Además, en caso de que estés buscando una pausa tranquila en medio del viaje, Puente Grande es una excelente opción para sumergirse en la serenidad del entorno y disfrutar de los sonidos suaves de la naturaleza circundante.
Qué comer en Barichara
En Barichara, cada bocado es un deleite para los sentidos gracias a la hermosa unión de sabores auténticos e ingredientes frescos. Entre las exquisiteces más destacadas se encuentra el «Bollo de Mazorca», una delicia hecha de maíz y envuelta en hojas de plátano que se sirve caliente y es el compañero perfecto para cualquier momento del día. También, no puedes dejar de probar las «Hormigas Culonas», un manjar sorprendente y tradicional de la zona que ofrece una experiencia única para los más aventureros.
Los platos a base de cordero o cabro también son imperdibles, especialmente el «Cabro con pepitoria», una receta con sabores intensos y condimentados que se cocina lentamente hasta alcanzar una textura y sabor inigualables. Para aquellos amantes de los dulces, los postres locales como el «Dulce de Guayaba» o las «Brevas con Arequipe» son una explosión de sabores, endulzados con la calidez y la hospitalidad que caracteriza a la región.
Los mercados y puestos callejeros ofrecen frutas frescas, jugos naturales y deliciosos tamales, una opción rápida y deliciosa para aquellos que deseen probar un bocado auténtico mientras exploran la ciudad. Y por último, pero no por ello menos importante, qué decir de la «Mazamorra», un postre tradicional preparado con maíz, leche y panela que se ha convertido en un verdadero símbolo de la gastronomía local.