Boipeba se ha definido a sí misma con el paso de los años como un paraíso insular, parte del archipiélago de Tinharé, el remanso de tranquilidad donde el tiempo parece detenerse entre playas vírgenes, selva tropical exuberante y una atmósfera auténtica. Las playas de Boipeba son su principal atracción, con arenas blancas y aguas turquesas que invitan al descanso y la exploración. Boca da Barra y Bainema son dos de las playas más emblemáticas, con arrecifes naturales que emergen durante la marea baja, creando piscinas naturales perfectas para nadar y hacer snorkel.
El entorno natural de Boipeba también ofrece oportunidades para realizar caminatas por senderos selváticos que llevan a cascadas escondidas y a la reserva reservas naturales, hogar de una variada fauna y flora tropical. De hecho, la región es reconocida como «Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad», dentro del Corredor Central de la Mata Atlántica. Por otro lado, la vida cotidiana en Boipeba es tranquila y auténtica, con calles de tierra y casas coloridas, destacando composiciones arquitectónicas como la Igreja do Divino Espírito Santo de Velha Boipeba.
En cuanto a la gastronomía, Boipeba deleita con su cocina regional de influencia afro-bahiana. Los frutos del mar son la estrella: pescados y mariscos frescos preparados de diversas maneras, desde la tradicional «moqueca» hasta los «bolinhos de peixe», una delicia frita a base de pescado. Las frutas tropicales como el coco, la piña y el mango se encuentran en bebidas refrescantes y postres típicos, como la «cocada» y la «cajá-manga». Así pues, conozcamos lo que hay que ver, que hacer y comer en Boipeba, Brasil.
Playa Bainema
Playa Bainema se destaca por encima de las demás gracias a su fina arena blanca, aguas cristalinas y paisajes deslumbrantes. Rodeada por exuberantes cocoteros y flanqueada por una extensa franja de arrecifes coralinos, Bainema se transforma en un espectáculo visual durante la marea baja. Los arrecifes emergen, creando impresionantes piscinas naturales que invitan a los visitantes a sumergirse en aguas tranquilas y explorar la rica vida marina a través del snorkel.
La playa es ideal para caminatas tranquilas y relajación, esto gracias a su entorno natural que ofrece sombra bajo los árboles de coco y proporciona el telón de fondo perfecto para disfrutar de un día de sol, mar y tranquilidad. Además, su acceso más remoto brinda una sensación de exclusividad y privacidad, permitiendo a los visitantes conectarse íntimamente con la naturaleza y disfrutar de la sensación de estar en un paraíso aislado.
Playa Boca da Barra
Al llegar con la lancha a la Isla de Boipeba desde el Morro, lo primero con lo que te encuentras es la Playa Boca da Barra, una auténtica maravilla costera que deslumbra con su belleza natural. Su orilla de arena dorada funde armoniosamente las aguas tranquilas y cristalinas del océano Atlántico con las aguas de río, ofreciendo un paisaje de ensueño para los viajeros. Eso sí, recuerda estar atento a la marea a la hora de darte un chapuzón, ya que en determinados días y horas la corriente puede estar muy fuerte.
Esta playa se destaca por su ambiente relajado y acogedor, donde los visitantes pueden deleitarse con largos paseos por la orilla, tomar el sol en suaves arenas y sumergirse en refrescantes aguas ideales para nadar. Es el escenario perfecto para practicar deportes acuáticos como el kayak o el paddleboard, así como para explorar el fascinante mundo submarino haciendo snorkel. Además, cuenta con encantadoras chozas de pescadores, conocidas localmente como «barracas», las cuales añaden un toque auténtico a la playa, ofreciendo delicias culinarias frescas y sabrosas.
Igreja do Divino Espírito Santo
La Igreja do Divino Espírito Santo de Velha Boipeba es un encantador santuario religioso situado en la histórica y encantadora localidad de Villa Boipeba. Esta iglesia, con su arquitectura sencilla, pero cautivadora, es un símbolo importante de la herencia cultural y espiritual de la región, construida con madera en el siglo XVII y encarnando la tradición colonial de Brasil. Los viajeros que buscan una experiencia auténtica y tranquila pueden visitar este templo, admirar su arquitectura tradicional y conectarse con la herencia espiritual que ha marcado la vida de la comunidad local a lo largo de los años.
Su diseño modesto y su fachada blanca contrastan con la exuberancia natural que rodea el lugar. El interior refleja una atmósfera serena y solemne, adornado con detalles de madera tallada y un altar que evoca la devoción de la comunidad local. Además de ser un lugar de culto, la Igreja do Divino Espírito Santo de Velha Boipeba es un punto de interés cultural y arquitectónico para los visitantes. Ofrece una mirada al pasado de la isla y es un sitio histórico que inspira reverencia y contemplación.
Que comer en Boipeba
En la hermosa isla de Boipeba, Brasil, la cocina local es un festín de sabores exóticos y auténticos que deleitan los sentidos de los visitantes; una fusión de influencias indígenas, africanas y portuguesas. Para empezar, debes saber que los mariscos son las estrellas indiscutibles aquí. Los pescados frescos, langostinos, camarones y mariscos se presentan en una variedad de preparaciones: desde moquecas, un guiso de pescado en leche de coco, hasta el tradicional bobó de camarão, un estofado de camarones con puré de mandioca y aceite de dendê que explota en sabores tropicales.
No puedes dejar Boipeba sin probar la tapioca, una especie de crepe hecha con harina de yuca, rellena de queso, coco o incluso mariscos. Es un bocado delicioso que encontrarás en puestos callejeros y en restaurantes de la isla. Y para refrescarte, los jugos de frutas tropicales son una opción maravillosa; por ejemplo, la caipirinha de frutas, preparada con cachaça brasileña, es una bebida local imperdible que se fusiona perfectamente con el ambiente relajado y soleado de la isla.