Bienvenidos a Viejo San Juan, un encantador rincón histórico y cultural en el corazón de Puerto Rico, sin duda una joya colonial que te transportará en el tiempo con sus adoquines centenarios, calles empedradas y coloridos edificios. Para empezar tu recorrido puedes pasar por La Fortaleza, una de las más antiguas de América y que te maravillará con su arquitectura militar y vistas panorámicas del mar. La Catedral de San Juan Bautista, con sus impresionantes detalles barrocos, es una muestra del esplendor religioso de la época colonial. Y el Castillo San Felipe del Morro, con sus imponentes muros de piedra, te llevará en un viaje a través del tiempo hasta los días de los piratas y corsarios.

Además de su patrimonio histórico, Viejo San Juan ofrece una rica escena cultural y artística, puedes pasear por sus calles empedradas y descubrir galerías de arte, tiendas de artesanías y coloridos murales que adornan las fachadas de los edificios. En cuanto a su gastronomía, la ciudad no decepciona, la cocina puertorriqueña es una explosión de sabores y en Viejo San Juan puedes disfrutar de sus mejores platillos, como por ejemplo el mofongo o el arroz con gandules. En este lugar se pueden disfrutar de ricos cócteles, ya sean cócteles de frutas, mojitos, etc. Dicho esto, veamos todo lo que ver, que hacer y comer en Viejo San Juan para que estés preparado en tu visita a esta ciudad Puertorriqueña.

Castillo San Felipe del Morro

El Castillo San Felipe del Morro, también conocido como El Morro, es una majestuosa fortaleza situada en el extremo noroeste del Viejo San Juan, Puerto Rico. Construido en el siglo XVI por los colonizadores españoles, este imponente fuerte fue diseñado para proteger la ciudad y el puerto de posibles ataques. Su arquitectura militar, sus muros gruesos y sus impresionantes cañones son testimonio de su importancia estratégica en la historia de la isla.

Hoy en día, El Morro es un sitio turístico emblemático donde los visitantes pueden explorar sus pasillos y habitaciones, disfrutar de vistas panorámicas del mar Caribe y la ciudad, y aprender sobre la fascinante historia de la fortaleza a través de exhibiciones y paneles informativos. Además de su valor histórico y cultural, El Morro ofrece un ambiente encantador para pasear y disfrutar de un día al aire libre. Aquellos a su alrededor podrán volar cometas, disfrutar de un pícnic con vista al océano o simplemente sumergirse en la atmósfera única de este emblemático lugar.

Catedral Metropolitana Basílica de San Juan Bautista

La Catedral Metropolitana Basílica de San Juan Bautista cuenta con una historia que se remonta al siglo XVI, siendo de hecho una de las estructuras religiosas más antiguas de toda América. Su impresionante fachada neoclásica y sus imponentes columnas son solo el comienzo de su belleza. Al entrar, los visitantes se maravillan con su elegante diseño y sus detalles artísticos, incluyendo pinturas, esculturas y vitrales que cuentan la historia de la fe en Puerto Rico.

Este es el hogar espiritual de la Arquidiócesis de San Juan de Puerto Rico y, además de su importancia religiosa, es un destino turístico popular para aquellos que buscan conocer la rica historia y el patrimonio cultural de la isla. Para los visitantes, la catedral ofrece una experiencia de serenidad y contemplación en medio del bullicio del Viejo San Juan. Es un lugar donde se puede admirar la arquitectura histórica y sumergirse en la devoción y la fe que han impregnado este lugar durante siglos.

Castillo de San Cristóbal

El Castillo de San Cristóbal es una edificación construida por los españoles en el siglo XVIII, esta majestuosa estructura defensiva es una de las fortalezas más grandes jamás construidas en el Nuevo Mundo. El castillo ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la historia de la isla y aprender sobre su papel en la defensa de Puerto Rico contra invasiones y ataques en tiempos pasados.

Con sus enormes muros, bastiones y túneles, el castillo es un testimonio impresionante de la arquitectura militar de la época colonial. Desde las alturas del castillo, se puede disfrutar de vistas panorámicas del océano, la ciudad y la costa, lo que lo convierte en un sitio perfecto para tomar fotografías y apreciar la belleza de San Juan. Con su apasionante historia y su impecable arquitectura, es una parada casi obligatoria para los amantes de la historia y los viajeros que buscan conocer más sobre el pasado de Puerto Rico.

Paseo de La Princesa

El Paseo de La Princesa es uno de los lugares más encantadores y pintorescos de San Juan, se trata de un paseo peatonal que ofrece a los visitantes una experiencia única llena de historia y belleza. A lo largo del Paseo de La Princesa, los turistas pueden disfrutar de hermosos jardines, esculturas y fuentes, así como de una vista espectacular del mar. También hay numerosos quioscos de artesanías y souvenirs donde los visitantes pueden comprar recuerdos locales.

El paseo termina en la Puerta de San Juan, una de las antiguas entradas a la ciudad amurallada, donde los turistas pueden disfrutar de su magnífico arco y una espectacular vista de las murallas de la ciudad. El Paseo de La Princesa es un punto ideal para dar un paseo relajante, disfrutar del ambiente colonial de San Juan y admirar la arquitectura histórica de la ciudad.

La Fortaleza

La Fortaleza, también conocida como el Palacio de Santa Catalina, es una edificación reconocida como la residencia oficial del Gobernador de Puerto Rico, y también el edificio gubernamental más antiguo en uso continuo en todo el continente americano. Construida en el siglo XVI, esta impresionante estructura colonial española es un símbolo emblemático de la historia y cultura de la isla.

Todo su diseño cuenta con un estilo renacentista, esto, sumado a su fachada blanca y elegante, hacen que La Fortaleza atraiga a turistas de todo el mundo. Además, los visitantes pueden recorrer los terrenos de La Fortaleza, disfrutando de sus majestuosos jardines y patios. Y en caso de que quieras información más detallada del lugar, el edificio ofrece visitas guiadas para conocer su historia y su importancia en la vida política de Puerto Rico.

Qué comer en Viejo San Juan

Viejo San Juan, la joya histórica de Puerto Rico, no solo cautiva con su arquitectura colonial y calles empedradas, sino que también deleita a los visitantes con una variada oferta gastronómica. La comida en esta encantadora ciudad vieja refleja la fusión de influencias indígenas, africanas y españolas, creando una experiencia culinaria única. Para empezar el día, no hay nada mejor que un desayuno con mofongo, un plato emblemático que se compone de un delicioso puré de plátanos verdes con ajo y chicharrones, acompañado de mariscos, carne o vegetales.

A la hora del almuerzo, déjate tentar por las frituras criollas como alcapurrias, bacalaítos y sorullitos; deliciosos bocados fritos, rellenos de carne o mariscos irresistibles para los paladares aventureros. Por la tarde, es el momento ideal para probar la refrescante piragua, un raspado de hielo con jarabe de frutas. Para la cena, no puedes dejar de probar el asopao, una suculenta sopa de arroz con pollo, mariscos o camarones. La coctelería es uno de los puntos fuertes de Puerto Rico, con locales en los que degustar un Tequila Sunrise, un Mimosa o Daiquiri.