Viajar a Vietnam es mucho más que moverse de norte a sur, es una experiencia sensorial donde historia, naturaleza y cultura se entrelazan en cada rincón. Sin embargo, este país también presenta contrastes, ritmos distintos, barreras idiomáticas y una complejidad geográfica que puede desafiar al viajero sin preparación. Por eso, contar con una agencia especializada en Vietnam como Mundo Nómada es la mejor forma de asegurar una experiencia fluida, auténtica y sin imprevistos en los viajes a Vietnam. Esta agencia conoce rutas seguras, alojamientos únicos y secretos que transforman el viaje en algo aún más especial.
En este artículo, vamos a descubrir los lugares imprescindibles que ver en Vietnam en 10 días, ya que no basta con seguir los mapas turísticos. Hay que saber cuándo ir, cómo evitar aglomeraciones, y qué actividades complementan mejor cada lugar. Por eso, en esta guía seleccionamos varios destinos que merecen estar en cualquier experiencia por este país.
Hanoi

Hanoi, capital del país, es el alma cultural del norte de Vietnam y uno de los destinos más importantes del país. La posibilidad de pasear por su casco antiguo es una experiencia sensorial, con motos que zumban sin cesar por sus calles, puestos callejeros con aromas intensos y fachadas coloniales que narran siglos de historia. En esta ciudad conviven el bullicio moderno con rincones de profunda espiritualidad, como el Templo de la Literatura o la Pagoda del Pilar Único. Su arquitectura, marcada por la influencia francesa, china y comunista, convierte cada esquina en un escenario para el asombro.
Uno de los grandes atractivos de Hanoi es su gastronomía, ya sea un simple pho servido en la acera o sus múltiples restaurantes de alta cocina vietnamita- El lago Hoan Kiem ofrece un respiro entre el tráfico, perfecto para observar la vida cotidiana de los locales o disfrutar del espectáculo del teatro de marionetas sobre agua. Además, Hanoi es la puerta de entrada para el norte montañoso y la bahía de Halong.
Bahía de Halong

La bahía de Halong es, sin duda, uno de los paisajes más icónicos. fotografiados y bellos de Asia. Este laberinto de más de 1.600 islas kársticas cubiertas de vegetación, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, parece sacado de un cuento místico. Esto hace que navegar entre sus aguas en un junco tradicional sea una experiencia mágica, especialmente al amanecer o al atardecer, cuando la niebla le da un aire de misterio que parece suspendido en el tiempo.
Uno de los grandes atractivos es la posibilidad de pasar la noche en la bahía. Hay cruceros para todos los gustos, con opciones de lujo con spa a bordo, hasta alternativas más económicas. Durante la travesía se puede practicar kayak, nadar en playas únicas, visitar cuevas como la de Sung Sot o conocer aldeas flotantes. Por todo ello, se trata de un escenario adecuado tanto para el relax como para la aventura, y, se convierte en uno de los mejores recuerdos que deja cualquier viaje por Vietnam.
Sapa

En el extremo norte del país, Sapa ofrece un contraste absoluto con las grandes ciudades. Esta región, rodeada por las montañas de Hoàng Liên Son y situada a más de 1.500 metros de altitud, destaca por sus terrazas de arroz que se despliegan en secciones verdes imposibles. La belleza del paisaje cambia según la estación, ya que en primavera brotan los cultivos, en verano el verde se intensifica, y en otoño se doran los arrozales antes de la cosecha, haciendo que los viajes a Vietnam se puedan hacer en cualquier época del año.
No obstante, la región Sapa no es solo naturaleza, debido a que también es un lugar para el encuentro con comunidades étnicas como los H’mong, Dao rojos o Tay, que mantienen sus tradiciones, vestimentas y formas de vida. Asimismo, hacer senderismo en esta zona permite no solo admirar sis paisajes únicos, sino también convivir con familias locales en alojamientos tradicionales, compartir comidas caseras y aprender sobre otra forma de ver el mundo.
Hoi An

Hoi An es uno de los destinos más mágicos de Vietnam, un lugar singular para perderse. Su centro histórico, perfectamente conservado, fue un importante puerto comercial entre los siglos XV y XIX, y, hoy es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En este sentido, se ha convertido en una parada obligatoria para quienes desean sumergirse en la historia del país de forma tranquila, caminando por sus calles empedradas, atravesadas por casas de estilo chino, japonés y europeo.
La ciudad es famosa por su festival de los faroles, que tiene lugar durante las noches de luna llena. En esas fechas, las luces eléctricas se apagan y cientos de farolillos de colores iluminan las calles y el río Thu Bon, creando una atmósfera de ensueño. Además, Hoi An es conocida por su gastronomía y por sus sastres, que confeccionan ropa a medida en apenas 24 horas.
Hue

Hue es una ciudad que respira historia y tradición, siendo la antigua capital del Imperio Nguyen, y conservando un legado arquitectónico y cultural que la convierte en un lugar esencial para comprender el pasado de Vietnam. Su principal atractivo es la Ciudadela Imperial, un conjunto de palacios, templos y murallas que recuerdan la majestuosidad de una época pasada. A pesar de los daños sufridos durante la guerra, muchos de sus edificios han sido restaurados de forma fidedigna.
Además de la ciudadela, Hue alberga las tumbas de varios emperadores, como las de Tu Duc o Khai Dinh, todas ellas rodeadas de espacios naturales con diseños únicos. A orillas del río Perfume se encuentra también la pagoda Thien Mu, uno de los símbolos religiosos más importantes del país. La ciudad, menos bulliciosa que otras, invita al paseo, a la contemplación y al contacto con una Vietnam más reflexiva y serena.
Ho Chi Minh City

Ho Chi Minh City o Ciudad Ho Chi Minh, también conocida como Saigón, es el centro económico y moderno del sur de Vietnam. Se trata de una ciudad caótica y llena de contrastes, donde rascacielos de vidrio conviven con edificios coloniales franceses y templos budistas. Su ritmo de vida contrasta con la tranquilidad de otras regiones, pero precisamente por eso ofrece una visión completa de la Vietnam contemporánea. En esta ciudad se percibe la energía de un país en constante transformación.
Entre los lugares que ver se encuentran la catedral de Notre-Dame de Ho Chin Minh, la oficina central de Correos, el mercado Ben Thanh y el museo de los Restos de la Guerra. También es posible visitar los túneles de Cu Chi, a las afueras de la ciudad, donde los soldados vietnamitas se escondían durante el conflicto. En paralelo, Ho Chi Minh también destaca por su oferta gastronómica, con mercados nocturnos, cafeterías variopintas y restaurantes internacionales de primer nivel.
Delta del Mekong

El delta del Mekong es una de las regiones más diferentes de Vietnam, una vasta zona de canales, arrozales y aldeas flotantes se extiende al sur del país y ofrece una imagen completamente diferente del resto del territorio. En este lugar, la vida gira en torno al agua, haciendo que los mercados, casas y transportes se desarrollen en embarcaciones, generando un ecosistema económico y social propio. Por ello, es un destino imprescindible para quien quiera conocer el Vietnam más rural y auténtico.
Los mercados flotantes como los de Cai Rang o Phong Dien son una experiencia inolvidable. Los barcos cargados de frutas, verduras y productos locales intercambian mercancías desde el amanecer, creando un espectáculo de colores y sonidos. También es posible visitar fábricas de papel de arroz, jardines tropicales, aldeas artesanas o templos escondidos entre palmeras. El ritmo de vida es más pausado, y las sonrisas abundan en cada encuentro con la población local.