Sighișoara es una ciudad de Rumania fundada en el siglo XII por colonos sajones, y que hoy en día representa uno de los ejemplos más completos y bien conservados de un pequeño asentamiento medieval en Europa del Este. Reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Sighișoara es famosa no solo por su arquitectura, sino también por su conexión con Vlad el Empalador, el príncipe valaco que inspiró la leyenda de Drácula.
El casco antiguo de Sighișoara es un laberinto de encantadoras callejuelas y plazas que invitan a explorar. Entre sus sitios más destacados se encuentra la Torre del Reloj, una imponente estructura del siglo XIV que ofrece una vista panorámica de la ciudad y alberga el Museo de Historia. No muy lejos, la Iglesia de la Colina, accesible por una escalera cubierta de madera del siglo XVII; se dice que aquí nacio Vlad Drăculea, conocido popularmente como Drácula.

En cuanto a lo que hay para comer en Sighișoara, los visitantes pueden deleitarse con platos tradicionales rumanos como el «sarmale» (rollos de col rellenos), «mămăligă» (polenta) acompañada de queso de oveja y crema agria, y deliciosos postres como el «papanasi», un tipo de donut servido con crema y mermelada de arándanos. Con esto en mente, pasemos a conocer lo que hay que ver, que hacer y comer en Sighișoara, Rumania.
Torre del Reloj de Sighișoara

La Torre del Reloj de Sighișoara, también conocida como Torre del Consejo, es un impresionante monumento histórico y un símbolo destacado de la ciudad. Elevándose a 64 metros de altura, con su característico tejado de aguja de 39,5 metros, la torre domina el paisaje urbano y es visible desde cualquier punto del centro de Sighișoara. Construida en el siglo XIV para proteger la puerta principal de la ciudad, esta estructura defensiva ha sido testigo de la historia de la región.
La torre sufrió un incendio y fue reconstruida en 1677 en estilo barroco, con un pináculo inspirado en la torre del castillo de la Catedral de San Vito en Praga. Desde 1648, un reloj suizo adorna su cumbre, acompañado de figurillas de madera que representan los días de la semana. En la punta de la torre, un gallo meteorológico dorado añade un toque distintivo y práctico, prediciendo el clima. Hoy en día, la Torre del Reloj alberga el Museo de Historia, que ofrece a los visitantes una fascinante visión del pasado de Sighișoara.
Iglesia de la Colina
La Iglesia de la Colina destacada como la cuarta iglesia gótica más grande de la región, su majestuosidad es evidente en cada detalle. La torre del campanario, con sus imponentes 42 metros de altura, se alza como un faro en el horizonte de la ciudad, siendo un elemento distintivo de su silueta urbana. Sin embargo, lo que la hace aún más especial es su inclinación sutil hacia el sur, un rasgo bastante peculiar en esta clase de construcciones.
La historia que envuelve a esta iglesia es igualmente fascinante. Fue el lugar donde Gheorghe Rákóczi I fue elegido príncipe de Transilvania y rey de Hungría en 1631, y sus raíces se remontan a una fortaleza del siglo XIII; la Iglesia de la Colina es testigo de los vaivenes de la historia europea. En su interior, la iglesia revela tesoros artísticos y arquitectónicos. Las pinturas murales del siglo XVIII, descubiertas durante una restauración, muestran la habilidad y sensibilidad artística de la época.
Casa Breslelor
La Casa Breslelor en Sighișoara es un verdadero tesoro de la historia artesanal de Transilvania. En su exposición, se puede explorar un mundo perdido de herramientas, equipos y máquinas utilizadas por los artesanos sajones hace más de un siglo. Ubicada en Strada Tunului No. 1, justo en la entrada principal de la ciudadela y al pie de la famosa Torre del Reloj, esta casa ofrece una ventana única al pasado.

El edificio en sí mismo, datado del siglo XVIII y antigua bodega de la Casa de la Cultura Sander. Aquí, los visitantes pueden sumergirse en la historia de la producción artesanal de Sighișoara y sus alrededores. Descubre cómo la calidad excepcional de los productos fabricados en Sighișoara, como ropa, zapatos y carruajes, fue reconocida en toda Europa durante siglos. Los sajones creían en la transmisión generacional de los oficios, y en la exposición puedes aprender sobre las estrictas condiciones en las que los niños aprendían de los artesanos de la fortaleza.
Iglesia de la Santísima Trinidad de Sighişoara
Construida entre 1934 y 1937 en estilo neobizantino, la Iglesia de la Santísima Trinidad de Sighişoara es un testimonio de la dedicación y el esfuerzo de la comunidad local. El arquitecto Dumitru Petrescu Gopeş diseñó el edificio, mientras que el pintor Anastase Demian creó las impresionantes pinturas interiores utilizando la técnica de la tempera. El iconostasio, una obra maestra por sí sola, fue construido por los hábiles artistas Schiopul y Babic de Rupea.
La iglesia también alberga tres campanas, cada una con su propia historia de generosidad y apoyo comunitario. Desde la ceremonia de santificación en 1937, la Iglesia de la Santísima Trinidad ha sido un faro espiritual para los habitantes de Sighișoara y un punto de referencia importante para los visitantes que buscan explorar la riqueza cultural de la región. Como dato extra, sumado a su belleza arquitectónica y artística, la iglesia cuenta con su propio coro, Vox Animi, que eleva las ceremonias religiosas con su música celestial.
En las cercanías de Sighişoara

Cerca de Sighișoara, hay una riqueza de lugares turísticos que cautivan a los visitantes con su historia, belleza natural y encanto cultural. Uno de los destinos más destacados es la ciudadela de Biertan, reconocida por su imponente iglesia fortificada que data del siglo XV. Esta iglesia es un ejemplo excepcional de la arquitectura defensiva y religiosa de la región y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
A poca distancia se encuentra el pueblo de Viscri, famoso por su iglesia fortificada que data del siglo XII y sus encantadoras calles empedradas. Viscri es conocido por su autenticidad y ofrece a los visitantes una experiencia única de la vida rural tradicional de Transilvania. Otro lugar de interés es el Castillo de Rupea, una fortaleza medieval construida sobre un montículo rocoso que domina la ciudad de Rupea. Este castillo tiene una larga historia que se remonta al siglo XIV y ofrece vistas panorámicas impresionantes de los alrededores.
Qué comer en Sighişoara
No hay otra manera de empezar esta sección que no sea con el Sarmale, un plato emblemático de la cocina rumana, consiste en hojas de col rellenas de carne picada de cerdo, arroz, cebolla y especias, cocinadas lentamente en una salsa de tomate. Es una delicia reconfortante y sabrosa que se sirve con smântână (crema agria).
Ciorbă de burtă es otra opción popular, una sopa agria de callos hecha con tripa de vaca, verduras, ajo, pimentón y que se sirve con crema agria y chiles frescos para un toque picante. Mici, también conocidos como «mititei», son rollos de carne picada de cerdo y cordero mezclados con especias como ajo, comino y pimentón, luego asados a la parrilla y se sirven con mostaza y pan fresco.